18 enero, 2018

Hablar del amor

 Henry Siddons -  Mowbray (1883)

Por primera vez sintió que fracasaba. Era una historia de amor y tuvo que ceder su papel de héroe; quiso desvanecerse en la sombra de la glorieta y forzar a vivir, ni para él ni para ella, una tarde soleada hecha con minutos de muchas. Habló de su amor desinteresado por un caballo que cambiaba de pelo y de nombre, un animal invencible aunque la traición lo venciera, unas patas, un encuentro, una cabeza, un coraje que habían sido una sola vez y para siempre, el más alto orgullo de una raza extinguida. Siempre es difícil hablar del amor y es imposible explicarlo; y más si se trata de un amor que nunca conoció el que escucha o lee, y mucho más si sólo queda, en el narrador, la memoria de los simples hechos que lo formaron.

Juan Carlos Onetti
El astillero 

 

11 enero, 2018

Vivir de ilusiones


Bruce Davidson - Coney Island July Fourth Fireworks. 
New York City, U.S.A. (1962) (Magnum)

Así las cosas, Emilio había percibido con claridad que una época había terminado y que una cultura había sido derrotada. Antes, pensaba Renzi, podíamos circular en los márgenes ligados a la contracultura, al mundo subterráneo del arte y la literatura, pero ahora todos éramos figuritas de un escenario empobrecido y debíamos jugar el juego que dominaba el mundo. No había esperanza ni voluntad ni coraje para cambiar las cosas o, al menos, para correr el riesgo de vivir de ilusiones.

Ricardo Piglia
Los diarios de Emilio Renzi.
3. Un día en la vida

07 enero, 2018

Una pequeña luz



Newell Convers Wyeth - Homecoming  (1945)


Escuchad, escuchad, si conozco mi mundo, cosa dudosa, pero si lo conozco, sé que es caótico, malvado y cruel, con leyes forjadas en moldes erróneos, una idea justa que salió mal, un lugar terrible, en resumen, y sin embargo, sin embargo sigue siendo un lugar susceptible de esplendor en esos escasos momentos en los que irrumpe una pequeña luz, y algo queda sin explicar, sin perdonar, simplemente iluminado. 

John Banville
Regreso a Birchwood

03 enero, 2018

Una ruta infinita



 Fred Stein -  Niña en un auto (1947)

En la próxima vida, si existe una cosa parecida, me gustaría saber manejar. Conduciría sola en una ruta infinita. Es más, me gustaría ser chofer o camionero. Viajar en silencio llevando trigo. Tener un colchoncito y quedarme dormida o dormido con el camión parado en la banquina. Mear entre los yuyos mientras amanece. Todo eso me gustaría de la otra vida.

Santiago Loza
El hombre que duerme a mi lado