28 febrero, 2008

T.W.



Aniversario | Tennessee Williams
El lunes se cumplen veinticinco años de la muerte del escritor norteamericano. Fue uno de los dramaturgos más importantes de su país en el siglo XX y autor de cuentos notables.
LANACION.com | ADN Cultura | Sábado 23 de febrero de 2008



26 febrero, 2008

Saudade




A Felicidade

Tristeza não tem fim
Felicidade sim
A felicidade é como uma pluma
Que o vento vai levando pelo ar
Voa tão leve
Mas tem a vida breve
Precisa que haja vento sem parar.

A felicidade do pobre parece
A grande ilusão do Carnaval
A gente trabalha o ano inteiro
por um momento de sonho para fazer a fantasia
De rei ou de pirata ou de jardineira.
Pra tudo se acabar na quarta feira.

Tristeza não tem fim
Felicidade sim
A felicidade é como uma gota de orvalho
Numa pétala de flor
Brilha tranquila
Depois delevocila
E cai como uma lágrima de amor
A felicidade é uma coisa louca
Mas tão delicada também.

Tem flores e amores
De todas as cores
Tem ninhos de passarinhos
Tudo isso ela tem
E é por ela ser assim tão delicada
Que eu trato sempre dela muito bem.

Tristeza não tem fim
Felicidade sim

Vinicius De Moraes

23 febrero, 2008

Cuenta conmigo

River Phoenix (Chris) y Wil Wheaton (Gordie)

Stand by me (Rob Reiner, 1986)


Gordie
: Quizás podrías venir al secundario conmigo.
Chris: Sí, claro, algún día se dará.
Gordie: ¿Por qué no? Sos suficientemente inteligente.
Chris: No me van a dejar.
Gordie: ¿Qué querés decir?
Chris: Es por lo que todos piensan de mi familia en esta ciudad. Lo que piensan de mí. Yo sólo soy uno de esos chicos Chambers de mala muerte.
Gordie: Eso no es cierto.
Chris: Lo es. Nadie siquiera me preguntó si fuí yo quien se llevó el dinero de la merienda aquella vez. Simplemente me dieron 3 días de vacaciones.
Gordie: ¿Lo robaste?
Chris: ¡Sí, me lo llevé! Vos sabías que fuí yo. Teddy lo sabía. Todos sabían que fuí yo. Creo que hasta Vern lo sabía. Pero supongamos que me arrepentí y traté de devolverlo.
Gordie: ¿Trataste de devolverlo?
Chris: Quizás. Sólo quizás. Y supongamos que lo llevé a la vieja Simons y le dije la verdad, y el dinero estaba todo ahí. Pero igual tuve mis tres días de vacaciones porque nunga apareció. Y supongamos que a la semana siguiente la vieja señorita Simons tenía un vestido nuevo cuando llegó al colegio.
Gordie: ¡Sí, sí, era marrón y tenía lunares!
Chris: Sí. Asique digamos que yo devolví el dinero y la vieja Simons lo volvió a robar. Supongamos que contara esta historia. Yo, Chris Chambers, el hermano menor de Ojos Chambers, ¿pensás que alguien me hubiera creido?
Gordie: No.
Chris: Y te parece que esa perra se hubiera atraevido a intentar algo así si hubiera sido alguno de esos pajeros exhibicionistas los que se hubieran llevado el dinero?
Gordie: ¡Ni loca!
Chris: ¡Más vale que no! Pero conmigo... estoy seguro que hacía rato le había echado el ojo a esa pollera. Como sea, vió su oportunidad y se lo llevó. Yo fui el estúpido por tratar de devolverlo.
Chris: Nunca pensé que… ¡una maestra!… oh igual a quién le importa un carajo. Sólo quisiera... poder irme a algún lugar en donde nadie me conociera. Supongo que sólo soy un maricón ¿no?
Gordie: De ningún modo. Shh. De ningún modo.

22 febrero, 2008

Saltar


Jean-Jacques Sempé

Yo me quedé sentado en la rama, apoyando firmemente la espalda en el tronco del abeto - no sé cómo había vuelto hasta allí. Estaba temblando. Tenía frío. De pronto, se me había quitado el deseo de saltar. Me parecía ridículo. No comprendía cómo podía habérseme ocurrido una idea tan tonta: ¡suicidarme por un moco! Porque ahora acababa de ver a un hombre que estaba huyendo contínuamente de la muerte.

Patrick Süskind
La historia del señor Sommer

16 febrero, 2008

La última sabiduría


Laurie Campbell - Garza gris al atardecer



El destino. ¡Mi destino! ¡Es curiosa la vida... ese misterioso arreglo de lógica implacable con propósitos fútiles! Lo más que de ella se puede esperar es cierto conocimiento de uno mismo... que llega demasiado tarde... una cosecha de inextinguibles remordimientos. He luchado a brazo partido con la muerte. Es la contienda menos estimulante que pueden imaginar. Tiene lugar en un gris impalpable, sin nada bajo los pies, sin nada alrededor, sin espectadores, sin clamor, sin gloria, sin un gran deseo de victoria, sin un gran temor a la derrota, en una atmósfera enfermiza de tibio escepticismo, sin demasiada fe en los propios derechos, y aún menos en los del adversario. Si tal es la forma de la última sabiduría, la vida es un enigma mayor de lo que alguno de nosotros piensa. Me hallaba a un paso de aquel trance y sin embargo descubrí, con humillación, que no tenía nada que decir. Por esa razón afirmo que Kurtz era un hombre notable. Él tenía algo que decir. Lo decía. Desde el momento en que yo mismo me asomé al borde, comprendí mejor el sentido de su mirada, que no podía ver la llama de la vela, pero que era lo suficientemente amplia como para abrazar el universo entero, lo suficientemente penetrante como para introducirse en todos los corazones que baten en la oscuridad. Había resumido, había juzgado. “¡El horror!” Era un hombre notable.

Joseph Conrad
El corazón de las tinieblas

12 febrero, 2008

No country for old men

NAVEGANDO A BIZANCIO

I

Ése no es país para viejos; los jóvenes ahí,
unos en brazos de otros, pájaros en los árboles
-esas generaciones fallecientes- cantando,
cascadas de salmones, macarelas por mares,
parvadas, cuerpos o cardúmenes, encomian al estío
cuanto la vida engendra, cuanto nace y perece.
Presas de tanta música sensual todos descuidan
los monumentos de la sempiterna mente.

II

Triste cosa es un viejo:
un andrajoso abrigo montado en una estaca,
excepto cuando el alma bate palmas y canta
mejorando su brío
por cada desgarrón de su mortal vestido;
ni hay escuela de canto que no reconsidere
los propios testimonios de su magnificencia.
He cruzado por ello los mares y venido
a la urbe sagrada de Bizancio.

III

Oh sabios enhiestos en el divino fuego
cual en áureo mosaico de un panel,
desde el fuego llegad, revolviendo la espira,
para ser los maestros de canto de mi alma.
Consumid ya mi corazón; vasallo del deseo
y al animal agónico ligado,
no sabe lo que es. Llevadme luego
al artificio de la eternidad.

IV

Una vez desprendido de la naturaleza
no tomaré jamás, al recobrar un cuerpo,
la forma de ningún objeto natural,
sino aquella que labran los orfebres griegos
amartillando el oro y con esmaltes de oro
a fin de sacudir la imperial somnolencia;
o ponen a cantar sobre dorada rama
para los caballeros y damas de Bizancio
acerca de las cosas que pasaron,
o pasan, o vendrán.

William Butler Yeats



William Butler Yeats por Alvin Langdon Coburn


SAILING TO BYZANTIUM


I

That is no country for old men. The young
In one another’s arms, birds in the trees
—Those dying generations—at their song,
The salmon-falls, the mackerel-crowded seas,
Fish, flesh, or fowl, commend all summer long
Whatever is begotten, born, and dies.
Caught in that sensual music all neglect
Monuments of unageing intellect.

II

An aged man is but a paltry thing,
A tattered coat upon a stick, unless
Soul clap its hands and sing, and louder sing
For every tatter in its mortal dress,
Nor is there singing school but studying
Monuments of its own magnificence;
And therefore I have sailed the seas and come
To the holy city of Byzantium.

III

O sages standing in God’s holy fire
As in the gold mosaic of a wall,
Come from the holy fire, perne in a gyre,
And be the singing-masters of my soul.
Consume my heart away; sick with desire
And fastened to a dying animal
It knows not what it is; and gather me
Into the artifice of eternity.

IV

Once out of nature I shall never take
My bodily form from any natural thing,
But such a form as Grecian goldsmiths make
Of hammered gold and gold enamelling
To keep a drowsy Emperor awake;
Or set upon a golden bough to sing
To lords and ladies of Byzantium
Of what is past, or passing, or to come.

William Butler Yeats

10 febrero, 2008

Un hogar

A Home at the End of the World - Michael Mayer (2004)
Basada en la novela de Michael Cunningham




Bobby: A veces me levanto y doy vueltas en la oscuridad. ¿Te parece raro eso?

Jonathan: No... qué se yo.

Bobby: Cuando el lugar está oscuro, cuando vos y Claire se fueron a dormir, y yo estoy despierto, es como estar vivo y muerto al mismo tiempo, ¿no? Es algo de algún modo intermedio, cuando la gente que está viva está soñando y la gente que está muerta está… donde está. Y yo estoy acá… en la oscuridad y tranquilo.




Claire: ¿Hay algo que no puedas hacer?
Bobby: No podría estar solo.


09 febrero, 2008

Un lugar donde vivir


Ernst Fuchs - El cielo de Satán (1954)



¿Cómo podrían entenderlo, teniendo como tienen los pies sobre un pavimento sólido, rodeados de vecinos amables siempre dispuestos a agasajarlos o auxiliarlos, caminando delicadamente entre el carnicero y el policía, viviendo bajo el santo terror del escándalo, la horca y los manicomios? ¿Cómo poder imaginar entonces a qué determinada región de los primeros siglos pueden conducir los pies de un hombre libre en el camino de la soledad, de la soledad extrema donde no existe policía, el camino del silencio, el silencio extremo donde jamás se oye la advertencia de un vecino generoso que se hace eco de la opinión pública? Estas pequeñas cosas pueden constituir una enorme diferencia. Cuando no existen, se ve uno obligado a recurrir a su propia fuerza innata, a su propia integridad. Por supuesto puede uno ser demasiado estúpido para desviarse... demasiado obtuso para comprender que lo han asaltado los poderes de las tinieblas. Estoy seguro, ningún tonto ha hecho un pacto con el diablo sobre su alma; puede que el tonto sea demasiado tonto, o el diablo demasiado diablo, no lo sé. O puede ser uno una criatura tempestuosamente exaltada y quedar sordo y ciego para todo lo demás, menos para las visiones y sonidos celestiales. Entonces la tierra se convierte en una estación de tránsito... Si es para bien o para mal, no pretendo saberlo. Pero la mayor parte de nosotros no somos ni una cosa ni otra. La tierra para nosotros es un lugar donde vivir, donde debemos llenarnos de visiones, sonidos, olores; donde debemos respirar un aire viciado por la carne podrida de un hipopótamo, por así decirlo, y no contaminarnos. Y entonces, ¿lo ven?, entra en juego la fuerza personal, la confianza en la propia capacidad para cavar un agujero oculto donde esconder la materia esencial, el poder de devoción, no hacia uno mismo sino hacia el trabajo oscuro y aplastante. Y eso es bastante difícil. Creanme, no trato de disculpar, ni siquiera explicar, trato sólo de ver al señor Kurtz... a la sombra del señor Kurtz.

Joseph Conrad
El corazón de las tinieblas

08 febrero, 2008

Cosas pequeñas


Tom Spanbauer


Periodista: En Ahora es el momento regresa a su infancia y adolescencia en Idaho. ¿Por qué no escribir unas memorias?

Spanbauer: Mi madre y mi padre fueron personas muy particulares. Si hubiese escrito una autobiografía habría permanecido en el rol de hijo. Como novelista puedo entrar dentro de los personajes, habitar dentro de ellos. Una buena historia necesita personajes bien perfilados. Así que te fuerzas en ver su crueldad y sus incongruencias, como, por ejemplo, que se pasaran el día rezando el rosario. Es un poco lo de Francis Bacon: tomas lo representativo, la imagen y la rocías con neurosis.

Periodista: Y surge la caricatura distorsionada, la imagen deformada.

Spanbauer: La exageración es parte de esto. Hay cosas pequeñas que se te quedan dentro. Lo que te marca puede parecer una nimiedad, un detalle insignificante si lo enfrentas al mundo, pero para uno mismo es algo inmenso.


Tomado de este reportaje de El País.

07 febrero, 2008

Ah, el amor (13)



Desde aquel día que me enamoré de él, en el aeropuerto, sin darme cuenta ya estaba aquí. Y luego ya nada me quedó, sólo el fondo de la noche que me instaba a seguir adelante. Poco a poco he descubierto a partir de qué punto debo de volver a empezar, pero no tengo nada en las manos. ¿Qué ha sido Yoshihiro para mí? No, no tiene ningún sentido preguntármelo. Cuando llegué a esta conclusión, por fin hallé un poco de paz y pude dormir.

Banana Yoshimoto
Sueño Profundo
(cuento La noche y los viajeros de la noche)

02 febrero, 2008

Ese momento

Sebastián Spreng - Noche Silenciosa (1994)


Cuando el blanco y negro pasa a color. He estado toda mi vida buscando ese momento. Cuando una gran ráfaga de viento de ldaho se convierte en el Pájaro del Trueno y todo lo corriente se desmorona. En un instante estás en la mirada de otro, y, por cualquier motivo, el universo, el destino o pura suerte, de pronto todo se vuelve totalmente nítido, es magia, un alma toca a otra y existe el amor.
Esa primera mañana radiante con Flaco y Acho, cuando di la mano a Flaco y él, en lugar de estrechármela, la sostuvo en la suya.
Me protegí los ojos del sol con la mano y cuando me atreví a dirigirle una mirada fugaz en sus ojos estaba Jesús.
Luego Billie, cuánto nos reímos, esperando a Godot, el maldito encendedor, mi cuerpo un bloque de queso cheddar extrafuerte de veinte kilos. «¿Si me gustas? Creo que te quiero.» Cómo nuestros besos podían volverse un sueño.
y George. Mamá y yo dentro del Buick y el Buick dando vueltas sin control, y ahí fuera en el campo al atardecer, un hombre desnudo con las manos abiertas para recibir una gota de lluvia.
Tantos momentos he estado cerca del fuego.
Pero siempre he retrocedido. No me he atrevido a ir más allá del punto de apoyo. George dice que tienes que esperar, confiar, hasta que te toca el espíritu.
Lo que acabo de descubrir es que si no estás allí, preparado para recibir el espíritu, listo para lanzarte, para dar el salto y volar, estás perdido.

Tom Spanbauer
Ahora es el momento

01 febrero, 2008

Cerca mío




Extraño ser

¿Cuántos días deberán pasar?
¿Cuántas horas más tendremos que esperar?
Extraño ser,
estoy tan solo,
adorable ser.

¿Cuánta gente anda por aquí?
¿Cuántos de ellos cientos son igual a mí?
Mirándote
estoy tan solo,
adorable ser
te quiero cerca mío, cerca mío.

Aunque intento no puedo olvidar,
estar cerca tuyo, esa felicidad.
Extraño ser,
estoy tan solo
adorándote.

¿Cuántas cosas que son realidad
yo quisiera que no existan nunca más?
Mirándote,
estoy tan solo,
adorable ser
te quiero cerca mío, cerca mío.

¿Cuántos días deberán pasar?
¿Cuántas horas más tendremos que esperar?
Mirándote,
estoy tan solo,
adorable ser.

¿Cuánta gente anda por aquí?
¿Cuántos de ellos cientos son igual a mí?
Mirándote
estoy tan solo,
esperándote.

¿Cuántos días deberán pasar?
¿Cuántas horas más tendremos que esperar?
Extraño ser,
te estoy amando,
adorable ser.

Y aunque luego, antes de amanecer,
al final de todo yo veo otra vez.
Extraño ser,
estoy tan solo,
adorable ser,
te quiero cerca mío, si cerca mío.

Sueter