26 octubre, 2019

¿Y qué más hay para decir?



Wang Yuyuan


Beber solo mientras llueve día tras día

Todas las criaturas comienzan y terminan en la muerte.
Desde la antigüedad esto ha sido cierto.
Se dice que había inmortales como Song y Qiao,
Pero, ¿dónde están ellos ahora?
Un anciano me da un vino de regalo
y dice que la bebida me hará vivir por siempre.
Unos sorbos y cien emociones retroceden.
Más copas y me olvido de los cielos.
¿Se han disuelto realmente los cielos en esto?
Déjame ser tan natural como la naturaleza,
y a la naturaleza ser tan natural como yo.
Las grullas en las nubes tienen alas asombrosas;
en tan solo un instante tocan las ocho esquinas de los universos.
Desde que abracé a mi propia verdadera naturaleza
he trabajado durante cuarenta años
y por largo tiempo he transformado mi cuerpo,
pero mi mente todavía existe, ¿y qué más hay para decir?


Tao Qian  陶潛

Fuente: Buenos Aires Poetry

19 julio, 2019

Una necesidad



Emile Friant - Los amantes (1888)


Yo no quiero a alguien que se muera por mí de amor. Yo quiero a alguien que sin mí pueda vivir perfectamente pero que le resulte más agradable estar a mi lado que sin mí. Porque para sentirte elegido tenés que saber que el otro tiene otra opción, si no no sos una elección, sos una necesidad. 

Gabriel Rolón

22 mayo, 2019

Un juego bajo el sol





Gustave Caillebotte - Remeros en el Yerres (1877)

Aquel verano yo iba al Po, una hora o dos, por la mañana. Me gustaba sudar remando y después lanzarme al agua fría, aún oscura, que entra en los ojos y los lava. Iba casi siempre solo, porque Pieretto a esa hora dormía. Si venía también él, me gobernaba la barca cuando yo nadaba. Se remontaba a fuerza de remos la corriente bajo los puentes, a lo largo de las riberas tapiadas, y se desembocaba entre los diques y las plantas, bajo el flanco de la colina. La colina próxima era hermosa al regreso, fumando la primera pipa, y aunque fuese junio, a esas horas la velaba aún una humedad, un vaho fresco de raíces. Fue sobre las tablas de aquella barca donde le tomé gusto al aire libre y comprendí que el placer del agua y de la tierra continúa más allá de la infancia, más allá del huerto y de un plantío. Toda la vida, pensaba en esas mañanas, es como un juego bajo el sol.

Cesare Pavese
El diablo en las colinas
 

14 mayo, 2019

Morder el anzuelo





Aunque el rechazo al consumismo y a la tecnocracia fueron tópicos de la contracultura, teníamos demasiados deseos manipulables y fuimos seducidos por la colosal innovación y expansión técnica que produjo mercancías y prácticas sociales a lo grande. Seducidos y/o incapaces de resistir la avalancha. Yo también mordí el anzuelo. El de esa cortina invisible que flota en el océano global por el que nadamos a la deriva entre empresas monopólicas que nos atrapan y aplastan como pescados en las redes de arrastre, burlándose de los discursos y prácticas comunitarias, autonomistas, libertarias de altri tempi. Esas empresas nos ofrecen sus carnadas, sus ilusiones de magos: fama, prestigio, poder, dinero. Hay algo en lo que tiene razón: el capitalismo está en y entre nosotros, no allá afuera.

Osvaldo Baigorria
Postales de la contracultura. 

Un viaje a la costa oeste (1974-1984)

09 mayo, 2019

El principio de una fidelidad

 
 W.B. Tholen (1895)

A veces lamento no poder recuperar esa capacidad de lectura cándida. Muy de vez en cuando, me la devuelve, como un resabio de juventud que hubiese creído inalcanzable, un autor cuyo nombre ignoraba, un libro llegado casi por azar a mi lectura. Es, siempre, el principio de una fidelidad. 

Edgardo Cozarinsky
Los libros y la calle
 

09 abril, 2019

Conjeturas



Willy Ronis - Vincent et le chat

¿Alguna vez, una sola, las más sombrías conjeturas del Protagonista incluyeron la noción de que terminaría su vida solo? 


David Markson
La soledad del lector 

02 abril, 2019

Solo el silencio crea la distancia



Ernst Neuschul - Desempleados (1931)


Todo poder que se precie hace del uso hábil del silencio su arma básica. Quienes están en la cúspide de cualquier pirámide, sea la más alta o la más enana, piensan que solo el silencio crea la distancia y el enigma necesarios para que actúe la fuerza hipnótica de la jerarquía y para que el poder logre imitar la elocuencia muda de la belleza, como si portara una marca innata de superioridad. Para la conducción de Turba la asamblea no existió.

Salvador Benesdra
El traductor

20 marzo, 2019

Fuegos gratamente extintos



George Grosz - Pareja (1930)

La natación sigue siendo agradable y refrescante, pero este año tenemos un verano de verdad, así que después de las once el estanque ya está repleto. Madrugar -sin embargo- no me resulta un problema, excepto esos fines de semana en que Anne decide que me va a acompañar pero empieza a dar mil vueltas hasta que yo quedo al borde del estallido. Pero desde luego ya no exploto -es uno de esos fuegos que tengo gratamente extintos-, y además hace cuarenta años que nos tratamos con suma delicadeza, respetando una amabilidad mutua, intentando preservar la ternura —y jamás a fuerza de hipocresía, sino de amor, conscientes de la suerte que supone habernos encontrado-. Así que el domingo fuimos al Estanque Mixto, me separé de Anne en el muelle, entré al agua y me olvidé de ella. Pero cuando estaba volviendo, de espaldas como siempre, choqué sin darme cuenta contra un salvavidas, y ahí estaba ella, con esa sonrisa radiante: cuarenta años juntos y el corazón todavía se me acelera de felicidad al verla. 

Al Alvarez
En el estanque (Diario de un nadador)
 

18 marzo, 2019

La última escena




Stéphane Rideau y Gaël Morel en 
Les roseaux sauvages (André Techine, 1994)


Le hubiera gustado que la última escena, esa que pasa frente a los ojos justo antes de cerrarlos para siempre, fuera aquella en la que Ángel y él salen del pueblo en la moto, en el medio de la noche con el acelerador al taco. Apenas dejan atrás los árboles de la rotonda, las luces pobres del último pool, la fila de los camiones estacionados frente a las desmotadoras, Ángel pega el pecho a su espalda y le rodea la cintura con los brazos, siente su mentón sobre el hombro, los chorritos de respiración tibia contra la oreja. Esa escena que ha sido la misma muchas veces en los últimos meses y, al mismo tiempo, siempre es distinta, siempre nueva.

Selva Almada

Ladrilleros

06 enero, 2019

Espantosas desigualdades


Saúl Leiter -  NYC (1960)


Mientras caminaba por Fulham Road, Ludo pensaba en el amor y en sus espantosas desigualdades. Siempre hay alguien que ofrece la mejilla y otro que la besa. Allí estaba la señora Palfrey que lo adoraba, y eso le hacía sentir una mezcla de vergüenza y de aburrimiento; pero él adoraba a Rosie, y eso le provocaba una tortuosa sensación de fracaso.

Elizabeth Taylor
Prohibido morir aquí

03 enero, 2019

Un lugar decepcionante


Félix Vallotton - Atardecer en el Loira (1923)

Hubo en un tiempo sol y árboles y musgo en los bosques, arroyos y paz. Poco nos importa que el campesino muriese antes de llegar a los cuarenta años, doblegado por una explotación inhumana, que se lo redujera a servidumbre o incluso que el hambre azotara una y otra vez su puerta bajo la mirada amenazante de Dios. Era un hombre en contacto con la naturaleza, era un hombre feliz. Hoy, el mundo se ha vuelto un lugar decepcionante. Y nosotros vivimos aquí con el único propósito de custodiar nuestra insatisfacción.

Hugo Salas
Hasta encontrar una salida