31 diciembre, 2017

Todos los libros


 Félix Vallotton  -  La biblioteca (1921)

Siempre habrá nuevos (y viejos) libros para leer, pero siempre habrá un libro que busco y no consigo. Mi ilusión es tener todos los libros a mano para usarlos cuando una necesidad práctica lo exija, elegirlos cuando mi lectura sea apropiada y esté disponible para ese libro y no otro. Por lo tanto mi biblioteca y los libros que compro no son para leerlos ahora, sino para una lectura futura que yo imagino que encontrará su lugar en un volumen que he comprado años antes. Una idea que se sostiene en mi tendencia a ver en el presente los rastros del porvenir (y estar preparado). También la biblioteca persiste como un lugar al que vuelvo: los mismos libros, las mismas ideas que se repiten desde hace años y que se repetirán también en el futuro.

Ricardo Piglia
Los diarios de Emilio Renzi
2. Los años felices

14 diciembre, 2017

To love what death can touch


William Adolphe Bouguerau  -   Premier deuil (1888)


‘TIS A FEARFUL THING

‘Tis a fearful thing
to love what death can touch.

A fearful thing
to love, to hope, to dream, to be –

to be,
And oh, to lose.

A thing for fools, this,

And a holy thing,

a holy thing
to love.

For your life has lived in me,
your laugh once lifted me,
your word was gift to me.

To remember this brings painful joy.

‘Tis a human thing, love,
a holy thing, to love
what death has touched.” 

Yehuda HaLevi 

06 diciembre, 2017

Desengaños


 Egon Schiele - Autorretrato

Eugène es mi productor y mi mejor amigo. Empezó siendo lo primero y, acabó convirtiéndose en lo segundo. No sé si yo soy lo mismo para él. Prefiero no preguntarme ya esas cosas. Uno nunca sabe lo que es realmente para los demás, y algunos de mis mayores disgustos se los debo a desengaños de este tipo. 

Philippe Claudel
Bajo el árbol de los Toraya

01 diciembre, 2017

El cosquilleo de la sangre



 
Eric Fischl -  Amantes nadando (1984)

Los amores desgraciados, dejémoslos para los miedosos, los débiles y los enfermizos, o para los calculadores que van a la caza de una oportunidad, o para los astutos, que acaban siendo víctimas de su propia astucia, o para los que no se aman con la fuerza que hace olvidar la posición y las diferencias; éstos se ocultan, mandan cartas, tiemblan a la menor palabra y acaban por creer que es amor este miedo, esta inquietud constante, el cosquilleo de la sangre, y se sienten felices, a punto de disolverse como un suspiro.



Björnstjerne Björnson
Un muchacho de buen temple


08 noviembre, 2017

El obrar del revolucionario


José Clemente Orozco  -  Las soldaderas (1926)

A menudo olvidamos este apego a la familiaridad cotidiana, la capacidad de sentirnos satisfechos y alegrarnos de la repetición siempre nueva, de aquello que hace encantador el transcurrir del tiempo; mirar, pasear, construir, leer, sentarse a la mesa entre seres queridos, hablar, encontrarse, amar, ser amigos. Quien tiene todo esto es un privilegiado y debe saber que lo es, debe ser consciente de que su felicidad es este fluir, consueto y normal pero siempre nuevo, de las horas de cada día. Quien tiene una capacidad de amar más grande sabe renunciar a este bien suyo para luchar con el fin de que también lo reciban los demás, quienes se ven privados de él por adversidades naturales o sociales; el obrar del revolucionario, como el del cristiano, es la generosidad de quien, muy a su pesar, sacrifica la jubilosa armonía de su existencia y afronta el desorden por amor a los demás, excluidos de esa armonía.

Claudio Magris
El infinito viajar

12 octubre, 2017

Mi gata


 Kayama Matazo - Neko (Gato)


Yo no sé qué deseos tendrá mi gata cuando mística, silenciosa
remota me observa.
Yo no sé qué anhelos guiarán su alma misteriosa
cuando se arquea y se arrastra con lascivia.
Será que caza en ese bosque imaginario
las presas de su olfato refinado.
Será que sueña en su sueño sin orillas
que es tigre, león, pez volador, monte nevado.
Yo no sé qué deseos tendrá mi gata
qué vidas vivió, qué paisajes y qué nombres
qué dueños, qué amos, qué otros hogares
la acunaron y mimaron en otro tiempo.
Quizás fue Cleopatra o los ojos de mi madre muerta.
Mis ansias maternales, mi vientre yermo.
Toda la alegría, un sol cotidiano, el jardín que no tengo
que detrás de cada puerta que abro me espera
atenta, fiel y precisa, como la vida misma.


Dolores Velasco Suárez

11 octubre, 2017

Primera lectura


 Georg Pauli - Tarde de lectura (1884)

La primera lectura, la noción, subrayó, de primera lectura es inolvidable porque es irrepetible y es única, pero su cualidad epifánica no depende del contenido del libro sino de la emoción que ha quedado fijada en el recuerdo. Se asocia con la infancia, por ejemplo, en el capítulo de Combray en Swann, Proust regresa al paisaje olvidado de la casa de la niñez convertido de nuevo en un chico y revive los lugares y las deliciosas hora dedicadas a la lectura desde la mañana hasta el momento de acostarse. El descubrimiento se asocia con la inocencia y con la infancia pero persiste más allá de ella. Persiste más allá de la infancia, repitió, la imagen persiste con el aura del descubrimiento, a cualquier edad.

Ricardo Piglia
Los diarios de Emilio Renzi. 
1.Años de formación

18 septiembre, 2017

Alguien


 Renato Guttuso - Passeggiata in giardino a Velate (1983)

-Ser alguien es otra cosa –repuse en voz baja-. Ni siquiera te lo imaginas. Se necesita suerte, valor, voluntad. Sobre todo valor. Valor para estar solo, como si los demás no existieran, y sólo pensar en lo que te conviene. No asustarte si a la gente no le importas. Hay que esperar muchos años, incluso morir. Y después de muerto, si tienes suerte, puedes convertirte en alguien. 

Cesare Pavese
La casa en la colina

16 septiembre, 2017

Lleno de pájaros cantores

 
Mercedes Sosa

Pero sí creo que hay personas que saben construir una obra que tiene tanta importancia que cuando se van dejan un agujero de ese mismo tamaño y no hay como llenar ese agujero; hay que crear un árbol gigante al lado o un montón de arbolitos más chiquitos o lo que sea pero es irreparable; es como si se hubiese caído el árbol más grande, más lindo, lleno de pájaros cantores, como decía Violeta (se emociona). Y, bueno, ya no está entonces hay que recordarla y seguir. Lo único que queda es unir los hilos y saber que somos parte de ese río y alimentarlo, y saber que el río sigue estando, que no se muere.

Popi Spatocco
Mercedes Sosa – La Mami

12 septiembre, 2017

Amabilidad


Konstantinos Basilakakos  -  Vida

Los tres hombres trabajan hasta mediodía, comen sus provisiones y charlan un rato. Tienen cosas que discutir, hablan sobre los asuntos que conciernen a las granjas y a sus gentes, no son banalidades, ellos los tratan con ponderación, están tranquilos, no tienen los nervios a flor de piel y no hacen cosas que no deben. El otoño está empezando, en el bosque todo se vuelve silencioso, allí están las montañas, el sol también, esa noche saldrán la luna y las estrellas, todo sigue su curso, todo está lleno de amabilidad, como un cálido regazo. Aquí la gente tiene tiempo para descansar en el brezo, con los brazos de almohada.  

Knut Hamsun
La bendición de la tierra

03 septiembre, 2017

Un final feliz



Un final feliz 
es sólo un final que aun no terminó.

Tute
Dios, el Hombre, el amor, y dos o tres cosas más

24 agosto, 2017

Entre ellos


Bruce Davidson - Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Gregory Corso

En Fee identifico rasgos de Jack y de Allen, unos rasgos que, en los hombres, me resultan atractivos: la búsqueda del momento culminante, de la intensidad por la intensidad misma, algo que, al parecer, sólo encuentran cuando están entre ellos. 

Joyce Johnson
Personajes secundarios

27 julio, 2017

Pero entonces vienen ellas


Timoleon Marie Lobrichon - Promenade des Enfants

II

Pero entonces vienen ellas sembrando luces
-y futuras sombras, inexorables
como el inmenso paso de la luz
a la tiniebla-, entonces
me olvido de la noche
y su transcurso

llegan sin saber que para vivir
hay que desarmar la rueca atávica
y enredar
los viejos hilos con nudos imposibles
y levantar los puentes para ahogar
el mito maldito del príncipe
y salvar al hombre compañero

llegan amándome hasta el cielo
ida y vuelta
encrayolando mis paredes fucsiamente

por ellas levanto la mano de jurar
tintada en rojo-río la pluma de escribir
digo que habré de durar
empecinada
devenida tronco y ramas para ellas
ser remanso en el verano
abrigo en la ventisca…

quiero a las mujeres insinuadas
en sus ojos
crecidas, amando, poderosas
ahora que descansan en la palma de mi mano
y su armonía delicada me ilumina
veo a Lara

bailar
en pleno centro
rodeada de música

girar
luz en el aire
dulce antorcha mínima

reír
al ver sus pies
esa sombra mágica

saltar
buscando el vuelo
alada, mítica

ahora que las veo, y todo en ella rezuma transparencias
jazmines, nardos de sueño azucarado
quiero de Martina

una sonrisa
sólo una para respirar
otro minuto

sus ojos
chiquitos de reír…
con ellos déme luz

sus dedos
rodeando los míos
para sostenerme

Mientras
Alto cada día
Ramitos de esperanza
Tejo sueños
Invento nanas
Nombrándola
Aliento amoroso en el silencio

ahora las veo, frágiles, pequeñas flores semillando
bajo un cielo grave y ominoso y pese a todo
llegas tú
dentro del hueco minúsculo

auguras otoños de manzanas
de las dulces, de las agrias
tu boca famélica irresignable
saquea la teta de mamá
guerrera por cada latido hasta conseguir
la más pequeña, audaz, amada
Victoria.

Silvia Carrero Parris
Signos Vitales

19 julio, 2017

La certeza



Max Irons  en The White Queen (2013)


Veo mi entorno con más claridad. Me di cuenta de esto por primera vez mientras me bañaba en una pequeña cisterna prístina en la parte superior del riachuelo. El sol matinal se filtraba entre los árboles del bosque y destellaba en la superficie del agua. Me dejé alumbrar, no alcé el antebrazo para bloquear la luz ni entrecerré los ojos para reducir la magnitud del sol. Supe detenerme y buscar lo que el momento me ofrecía. Todo era cristalino. No sé bien cuánto tiempo me quedé, ni me acuerdo de la vuelta al campamento, pero fue un momento importante para mí. Un momento auténtico, sin interferencia, sin pensamiento. Fue la primera vez en mucho tiempo que sentí certidumbre. Se me había olvidado lo bella que podía ser la certeza. 

Mike Wilson
Leñador

12 julio, 2017

Hay que vivir como una estrella que brilla


Pieter Brueghel el viejo - Baile de campesinos (1568)


Quienes se calzan los zapatos con el propósito de hacer un importante viaje no deben perecer. La muerte no debe ser su viaje, pues ¿adónde nos lleva ésta sino hacia la noche? Siempre había creído que el saber y los libros nos hacen feli­ces. Hoy sé que estaba equivocado, pero eso es lo único que sé. La vida es difícil, pero con todo es más fácil que la muerte, esa cabronada que nos priva de todo. Quiero decir, de todas las ocasiones posibles. Nos quita los ojos y nos impide leer, nos arranca las orejas e impide que alguien nos lea en voz alta para distraernos, nos priva de los brazos y ya nunca po­dremos estrechar a quien más nos importa, nunca podremos tocar a la que queremos tocar, demasiadas manos y dema­siados brazos han abandonado este mundo. Ignoro adonde han ido, con frecuencia los veo en sueños, pero ya no pueden tocar a nadie. Antes, no hace mucho tiempo, creía que la única manera de llegar a ellos era morir también. Pero sabía que me equivocaba. Un día recibí una carta en la que estaba escrito que yo debía vivir. Pero no veía con qué propósito. Es importante saberlo, no se puede vivir por la sola razón de no estar muerto, eso sería una traición. Hay que vivir como una estrella que brilla. Ahora lo sé. Por el contrario, desconozco por qué me he levantado. Geirþrúður se ha casado hoy. Con Gísli. Los dos saben muchas cosas, ella es muy fuerte, pero la verdad es que eso no basta. En mi opinión, merecen que la vida les traiga algo más que desdichas. Ignoro de dónde vienen las tinieblas, no obstante, creo que vienen del mismo lugar que la luz y que sólo se abaten sobre nosotros porque dejamos que lo hagan. Creo que es difícil buscar la luz, con frecuencia muy difícil, y también que nadie va a buscarla en nuestro lugar. Ni Dios, ni Jesús, que tal vez debería haber sido mujer porque el mundo sería diferente y mejor, tampoco el gobernador, ni las granjas, ni los navíos, ni los libros. Si no somos nosotros mismos los que nos ponemos en camino, la vida se seca. Debemos vivir para triunfar sobre la muerte, es lo único que podemos hacer. Si vivimos como podemos, o un poco mejor a ser posible, entonces la muerte nunca nos vencerá. No moriremos, nos convertiremos en otra cosa. No conozco las palabras, quiero decir las palabras para describir eso. Puede que nos convirtamos simplemente en música. Y se quedó callado. 

Jón Kalman Stefánsson
El corazón del hombre

10 julio, 2017

Adónde se dirigen sus ojos


Knud Baade -  Luz de luna en la costa noruega (1876)

Preferimos la complacencia a la provocación, el olvido a los estímulos, la apatía a la excitación. Por eso la gente busca rimas, pero no poesía, por eso no cuestiona las cosas más que las ovejas, pero es evidente que tú eres distinto. Te interesas por los libros, los miras. Es posible conocer a un hombre viendo adónde se dirigen sus ojos, en qué se fija. 

Jón Kalman Stefánsson
La tristeza de los ángeles 

22 junio, 2017

A la mar


 William Bradford  - Foqueros chocados por icebergs (1866)


-¿Y bien? ¿Por qué se hizo a la mar? 
 -No estoy seguro, señor Frank. A veces pienso que fue mi natural obstinación. Otras, creo que fue el falso orgullo de ser capaz de superar el mareo. Y otras, creo que fue leer Robinson Crusoe y otros libros que me advertían que no me hiciera a la mar. 

Wilkie Collins
En mares helados

16 junio, 2017

Un gorrión o un árbol


  Lucian Freud  -  Paisaje con pájaros (1940)


Desatar también es imposible,
por eso algunos buscan vida
a veinte años luz de la tierra
en un planeta que no se sabe si existe,
y yo te busco en las plazas
como si fueras un gorrión o un árbol
para que soñemos que la vida
no es esto
que se cae a pedazos.

Lucas Gómez
Para dejar constancia

13 junio, 2017

Levitar

Edvard Diriks - Parque con dos hombes con sombrero de copa (1880)

El paseo es la forma más ilusa, más irreal y fantasiosa de la marcha. Pasear es levitar. Los paseantes no tocan el suelo. Se elevan, pero no vuelan: sobrevuelan, planean. La digresión, los meandros de la cabeza son el dibujo de sus pasos. Y si bien la realidad –La convención- puede elegir bellos paisajes, cuadros vivos para convocar, sugerir, invocar el paseo, el paisaje del paseante es ante todo un paisaje interior. Un paisaje hecho de visiones. Un paisaje lleno de visiones.

Edgardo Scott
Caminantes

10 junio, 2017

Maíz y Poetas


 Edvard Munch -  Dos personas en el camino del bosque (1884)

El bosque silvestre recubre el sedimento virgen, y ese mismo suelo es bueno para hombres y árboles. La salud de un hombre requiere tantos acres de llanura como una granja requiere de estiércol. Es la carne fuerte con la que se alimenta. Una ciudad se salva tanto por sus hombres justos como por los bosques y las ciénagas que la rodean. Gracias a un municipio donde un bosque primitivo se agita arriba mientras otro bosque primitivo se pudre abajo –ese municipio estará listo para entregar no sólo papas y maíz sino también poetas y filósofos a las edades del futuro-. En suelos semejantes crecieron Homero y Confucio y los demás, mientras que le Reformador llegó comiendo langosta y miel, de algún sitio ajeno a ese desierto.

Henry David Thoreau
Caminar


05 junio, 2017

Bosques

Ivan Ivanovich Shishkin - Woodland - (1889)


Si un hombre se adentra en los bosques por amor a ellos cada mañana, está en peligro de ser considerado un vago; pero si gasta su día completo especulando, cortando esos mismos bosques, y haciendo que la tierra se quede calva antes de tiempo, es un estimado y emprendedor ciudadano. Como si un pueblo no pudiese tener otro interés en un bosque que el de cortarlo.


Henry David Thoreau
Una vida sin principios

18 mayo, 2017

Simplemente humano

Gustave Caillebotte - Retrato de un hombre (1877)

Que un hombre en el ocaso de la vida se enredara en los lazos del amor no tenía nada de extraordinario. Era tan viejo como el mundo. En casos así, las conveniencias saltan por los aires. El ridículo sólo existe para los demás, para los que nunca entienden nada. Hasta Destinat, con su frío rostro de mármol y sus manos de hielo, pudo caer en la trampa de la belleza y del corazón que late con violencia. En el fondo, eso lo hacía humano, simplemente humano.


Philippe Claudel
Almas grises


16 mayo, 2017

Rulfo centenario

 Sara Facio  -  Juan Rulfo


Siento el lugar en que estoy y pienso...
Pienso cuando maduraban los limones. En el viento de febrero que rompía los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo patio.
El viento bajaba de las montañas en las mañanas de febrero. Y las nubes se quedaban allá arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vacío el cielo azul, dejaban que la luz cayera en el juego del viento haciendo círculos sobre la tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas de los naranjos.
Y los gorriones reían; picoteaban las hojas que el aire hacía caer, y reían; dejaban sus plumas entre las espinas de las ramas y perseguían a las mariposas y reían. Era esa época.

Juan Rulfo
Pedro Páramo

12 mayo, 2017

Silencio Blanco

Ivan Konstantinovich Aivazovsky - Paisaje de invierno (1876)


La naturaleza tiene muchos trucos con que convencer al hombre de su finitud: el incesante flujo de las mareas, la furia de la tormenta, la conmoción del terremoto, el largo retumbar de la artillería del cielo… pero el más tremendo, el más sorprendente de todos es la fase pasiva del Silencio Blanco. Todo movimiento cesa, el cielo se despeja, el paraíso es como de latón; el menor susurro parece sacrilegio, y el hombre se vuelve medroso, teme el sonido de su propia voz. Única mota de vida que viaja a través de los desechos fantasmales de un mundo muerto, tiembla ante su audacia, advierte que la suya es una vida de gusano, nada más. Se presentan extraños pensamientos no convocados, y el misterio de todas las cosas lucha por darse a conocer. Y el miedo a la muerte, a Dios, al universo lo invade… la esperanza de la Resurrección y de la Vida, al anhelo de la inmortalidad, el vano empeño de la esencia aprisionada… es entonces, si es que sucede alguna vez, cuando el hombre camina solo con Dios.

Jack London
El silencio blanco
de Once cuentos del Klondike

28 abril, 2017

Paranoico


 Charles-Amable Lenoir  - Reverie (1893)

El enamorado es como el paranoico, cree que todo le habla a él. Las canciones de la radio, las películas, el horóscopo, los volantes de la calle...

Pedro Mairal
La uruguaya

23 abril, 2017

Todo ha sido salvado


 Élisée Maclet - La Maison de Mimi Pinson sous la Neige


Llego cansado a la esquina, subo a Phebe, completo un círculo con un perímetro de casi cinco kilómetros y vuelvo a casa arrastrando los pies mojados, contento. Todo ha sido salvado. Hay en la casa calor y alegría. Me demoro en la ventana mirando hacia adentro. Me conmueve que se muevan lentamente con tanta inocencia, no saben que el tiempo y la muerte los atrapará finalmente – todavía no. Mamá levanta la olla, y lo hace con una grave bondad y tristeza – La presencia de mi padre es colosal, las piernas en la silla, el rostro ausente, en silencio, inabordable, triste también – Mi hermana se inclina sobre sus uñas de adolescente, preocupada, atenta a su sueño – Cuando abro la puerta, todos me miran tiernamente, con ojos tristes – Los enfrento con mi rostro congestionado y congelado. 

Jack Kerouac
La filosofía de la Generación Beat y otros escritos 

 

13 abril, 2017

La noche en que nos conocimos


Dylan Minnette en 13 Reasons Why (2017)



The Night We Met

I am not the only traveler
Who has not repaid his debt
I've been searching for a trail to follow again
Take me back to the night we met

And then I can tell myself
What the hell I'm supposed to do
And then I can tell myself
Not to ride along with you

I had all and then most of you, some and now none of you
Take me back to the night we met
I don't know what I'm supposed to do, haunted by the ghost of you
Oh take me back to the night we met

When the night was full of terror
And your eyes were filled with tears
When you had not touched me yet
Oh take me back to the night we met

I had all and then most of you, some and now none of you
Take me back to the night we met
I don't know what I'm supposed to do haunted by the ghost of you
Take me back to the night we met 

Lord Huron

08 abril, 2017

Un júbilo sereno y duradero


 Chris Steele-Perkins -  Wolverhampton Disco (1978)

La felicidad se alcanza por el camino y, si es efímera, como creen la mayoría de los hombres, puede dar paso también, en lugar de la ansiedad o la desesperación, a un júbilo sereno y duradero. Convertir la felicidad en la meta equivale a destruirla por adelantado. Si hay que tener una meta, cosa discutible, ¿por qué no la de la autorrealización? Esa actitud para con la vida presenta la excepcional y saludable característica de que en ese proceso la meta y el buscador se vuelvan una y la misma cosa.
La mayoría de las veces, se desechan las reflexiones de esta clase por considerarlas místicas. Naturalmente, no lo son. Pertenecen a la esencia misma de la realidad.

Henry Miller
Inmóvil como el colibrí


06 abril, 2017

Un vacío terrible y precioso


Stephen Emerson - The dark hedges

En el bosque, en la niebla, en la desolación pálida me sentí solo, verdaderamente solo. Era lo que buscaba, un vacío terrible y precioso, una vacuidad que me vaciara a mí también. Me sentí bien, sereno, duró un instante, menos de un instante, pero lo sentí en el bosque, lo sentí en la niebla.

Mike Wilson
Leñador

02 abril, 2017

Cientos de matices

 
Louis Faurer

Winterborne controló sus emociones y, desde ese mismo momento, no volvió a manifestarlas, fueran las que fueran. Aun asumiendo que, entre extraños, una actitud de reserva puede resultar positiva para un hombre, entre amigos, ese silencio a veces dice mucho más que la propia conversación abierta. El hombre del campo, obligado a saber la hora del día en función de los cambios operados en la naturaleza, es capaz de descubrir en el paisaje cientos de matices y rasgos que nunca podrá discernir aquel que está acostumbrado a las campanadas regulares del reloj, pues no tiene la necesidad de hacerlo. De la misma manera utilizamos nuestra mirada con el amigo taciturno. El movimiento infinitesimal de un músculo, un gesto, el cabello o una arruga, que nos pasan inadvertidos cuando los acompaña una voz, en ausencia de ésta son observados y traducidos hasta que prácticamente todo el círculo familiar que rodea a la persona silenciosa asume su estado de ánimo y sus significados.

Thomas Hardy
Los habitantes del bosque

24 marzo, 2017

Imaginación creativa


 Gabriele Münter - Hombre en un sillón (Paul Klee) 1913

Con las chicas, con las fiestas, con la experiencia en general. Nadie que posea algún tipo de imaginación creativa puede no llevarse una decepción con la vida real. 

Aldous Huxley
El tiempo debe detenerse

19 marzo, 2017

La prueba


 Mark Horst - Luz alrededor del cuerpo 19 (2013)

Después debería haber pensado: es muy raro lo que pasa. Recibes un golpe, pero nada es irremediable. A veces es tan terrible que sólo quieres morir, pero cuando todo alcanza su punto más aterrador sabes que a pesar de todo en cierto modo estás vivo. Lo sientes. De repente notas una punzada, te quema por dentro y luego persiste, como un pequeño y ardiente punto de dolor. Y de esa forma sabes que estás vivo, a no ser que lo ignores y lo pierdas.
No hace falta creer que todo siempre es felicidad, sólo entender que siempre existe algo mejor que la muerte. Y luego es preciso conservar aquello que dolía. Carece de sentido esquivarlo, y olvidar, eso es lo que hicimos tanto Johannes como yo. Porque entonces, ¿qué es lo que te queda? Si no conservas nada, es que no te queda nada. Y entonces nada de todo aquello que dolía tenía sentido.
Simplemente dolía. Sin ningún sentido. Y, por tanto, no fuiste más que un ser humano sin sentido.
Quizás sea aquello que dolía lo que constituye la prueba de que al final eres un ser humano.


Per Olov Enquist
La biblioteca del capitán Nemo

19 febrero, 2017

Anticipando el futuro



Dentro de quince años, los jóvenes formarán sociedades virtuales de punta a punta del planeta a través de Internet. Las relaciones sociales, las citas y los negocios de todas clases estarán tan virtualizados que, por contraste, los encuentros reales, en carne y hueso, serán acontecimientos extremadamente preciosos. ¡Cada vez haremos una especie de aparición personal fantástica! Cuando dos personas queden ¡lo harán realmente por el placer de verse! Más pronto que tarde, subirse a un coche será un acontecimiento muy especial, como hoy salir a montar a caballo.   [la entrevista fue realizada en 1995]

Timothy Leary
Entrevistado en Kerouac y la generación Beat
Jean-François Duval

08 febrero, 2017

Todo es un sueño


 
 Koho Shoda - Botes y brotes de cerezo (c.1930)
[13]
 

En este mundo
         año tras año
la gente envejece y muere
mientras los cerezos de mi casa
están en plena floración,

sus colores y su fragancia
iguales que siempre,
      los cerezos de mi casa
      están en plena floración
iguales que siempre

mientras me pregunto
quién se complacerá
en admirarlos,
otro año da vuelta
como una rueda pequeña

es lastimoso,
que tarde en marcharme
de este mundo de tristeza
        como la luna del alba

mas todo es un sueño
dentro de un sueño
       de una noche de primavera.
Todo es un sueño
dentro de un sueño.


Los cantos en el pequeño paraíso
Selecciones del Kanginshu

04 febrero, 2017

Un collar de heridas

Weerapong Chaipuck - Rio Li, China

Se apoya contra una pared. Lentamente, sin apenas darse cuenta, resbala hasta el suelo. Es como una caída que durara un segundo o bien una vida entera, una lenta caída lenta hacia la acera. Ya está en el pavimento, con la niña en el regazo. La cabeza del señor Linh está llena de cansancio, de sufrimiento, de desilusiones. Le pesa demasiado. Demasiadas derrotas y demasiadas huidas. ¿Qué es la vida sino un collar de heridas que cada hombre se cuelga del cuello?

Philippe Claudel
La nieta del señor Linh

28 enero, 2017

Esencia de la ficción

Jón Kalman Stefánsson

Paul Engles: ¿Alguna vez te has sentido destinado a ser escritor o tenías otras ambiciones?

Jón Kalman Stefánsson: A los diez años quería juntarme con The Beatles –más tarde escribí una novela al respecto. También quería ser el mejor amigo del arquero Pat Jennings, y más aun el mejor amigo de Tarzán –junto salvaríamos al mundo. A los dieciocho años de edad soñaba con llegar a ser astrónomo – después de haber visto los programas de TV donde Carl Sagan hablaba acerca del universo – más tarde comprendí que esa riqueza y misterio son, en cierto modo, esencia de la ficción.

MacLehose Press website, 2010

26 enero, 2017

Hermanos de sangre

Jules Aarons -  Boston

Ahora me parece que Fanshawe siempre estuvo allí. El es el lugar donde todo empieza para mí, y sin él apenas sabría quién soy. Nos conocimos antes de que supiéramos hablar, bebés con pañales gateando por la hierba, y antes de cumplir los siete años ya nos habíamos pinchado los dedos con un alfiler y nos habíamos hecho hermanos de sangre para toda la vida. Siempre que pienso en mi infancia ahora, veo a Fanshawe. El era quien estaba conmigo, quien compartía mis pensamientos, a quien veía cada vez que apartaba la vista de mí mismo.
Pero eso fue hace mucho tiempo. Crecimos, nos fuimos a distintos sitios, nos distanciamos. Nada de eso es muy extraño, creo yo. La vida nos arrastra de muchas maneras que no podemos controlar y casi nada permanece con nosotros. Muere cuando nosotros morimos, y la muerte es algo que nos sucede todos los días.

Paul Auster
Trilogía de Nueva York

20 enero, 2017

Aprendizaje


 Gustave Caillebotte - Retrato de Henri Cordier (1883)


Había llegado a esa edad en que se planteaba, con creciente intensidad, una pregunta de tan abrumadora simplicidad que no sabía cómo encararla.  Se preguntaba si valía la pena vivir su vida, si alguna vez había valido la pena. Sospechaba que todos los hombres se hacían esa pregunta en algún momento, y se preguntaba si a todos les ocurría con esa misma fuerza impersonal con que se había instalado en él. La pregunta conllevaba una tristeza general que (pensaba) tenía poco que ver con él mismo o con su destino individual; ni siquiera sabía si la pregunta surgía de las causas más obvias e inmediatas, de lo que había ocurrido con su vida. Venía, según pensaba, del paso de los años, de la acumulación de accidentes y circunstancias, y de lo que él había llegado a comprender sobre cada uno de ellos. Lo satisfacía de una manera sombría e irónica, la posibilidad de que lo poco que había podido aprender lo hubiera conducido a este conocimiento: que con el tiempo todas las cosas, incluso el aprendizaje que le permitía saber esto, eran fútiles y vacuas, y que al fin se reducían a una nada que ellas no llegaban a alterar. 

John Williams
Stoner

17 enero, 2017

Estar ahí


Arkady Rylov - Atardecer

El otoño estaba finalizando. Las rustifinas, los arces de Shantung, los fustetes y las secuoyas estaban completamente rojos en medio de la escarcha. Las montañas estaban cubiertas por un vivo tapiz, pero no era de un simple rojo, sino que venía entremezclado con espléndidos matices de violeta, amarillo brillante y marrón, creando un conjunto variado. Era un ejemplo de lo que los pekineses suelen llamar “los colores de la montaña”, y que sólo puede apreciarse cuando el otoño está bien avanzado. ¡Qué increíble que en las afueras de Pekín existiera todavía un lugar tan hermoso! Sabes, mientras conducía por ese camino rural que serpenteaba entre las montañas, suspirando deslumbrado, lo que se me atoraba en el pecho también era el resentimiento y el desencanto de saber que mi destino no fuera estar ahí. 


Ge Fei

El invisible

15 enero, 2017

Esa mirada nómada


Henry Jules Jean Geoffroy - Les petits écoliers (1905)

Una tarde, mientras redactaba un informe de lectura, Hans se distrajo con los ruidos de la casa. Se distrajo en parte porque el libro le había parecido francamente aburrido, y en parte porque la vocecilla inquieta de Thomas volviendo de la escuela y corriendo por el pasillo era difícil de ignorar. Se estiró y salió de la habitación para tomarse un café en la sala. Al verlo bajar, Thomas hizo lo que solía: brindarle un saludo alegre, cuatro o cinco acrobacias, una risita pícara y marcharse a buscar otro entretenimiento. Viéndolo alejarse, Hans se sintió desamparado y pensó que no había mirada más sin dueño que la de un niño jugando. Con la taza en los labios, se preguntó por qué un adulto estaba preparado para el odio de otro adulto, pero no para la indiferencia de un niño. El ir y venir de los ojos de Thomas, que celebraban algo tan pronto como lo olvidaban, esa mirada nómada ante el mundo, ¿se enamoraba de todo o no retenía nada?

Andrés Neuman
El viajero del siglo

07 enero, 2017

Cansancio


 Kees Van Dongen - Amapola (1919)

Desde luego, no era producto de su imaginación el que sus viejos conocidos la evitaran por la calle, y que los clientes pusieran cara de sorpresa y dijeran: "Ah, me parecía haber leído en alguna parte que había cerrado". El señor Thornton, el señor Drury y el señor Keble y sus mujeres no volvieron a aparecer por la tienda, ya que estaba marcada.
No le importó tanto como creía. Suponía una derrota, pero la derrota es mejor recibida cuando al menos uno está cansado.

Penelope Fitzgerald
La librería