31 octubre, 2007

Macedonio por Lukas


CREÍA YO

No a todo alcanza Amor, pues que no puedo
romper el gajo con que Muerte toca.
Mas poco Muerte puede
si en corazón de Amor su miedo muere.
Mas poco Muerte puede, pues no puede
entrar su miedo en pecho donde Amor.
Que Muerte rige a Vida; Amor a Muerte.

Macedonio Fernández

27 octubre, 2007

Una de piratas



Barbossa
: el mundo solía ser un lugar más grande

Jack Sparrow: el mundo es el mismo de siempre - es sólo que quedan menos cosas.


Una isla sin un clavel

Ivan Shishkin - Lluvia en el robledal (1891)


Oda a una larga tristeza

Quisiera cantar una larga tristeza que no olvido, una dura
lengua. ¡Cuantas veces!

En mi país el otoño nace de una flor seca,
de algunos pájaros; a veces creo que de mi nuca abandonada
o del vaho penetrante de ciertos ríos de la llanura,
cansados del sol, de la gente que a sus orillas
goza una vida sin majestad.

Cuando se llega para vivir con unos sacos de carbón y se siente que la piel
se enseñorea de hastío,
de repugnante soledad; que el ser es una isla sin un clavel,
se desea el otoño, el viento que come las hojas
como a las almas; el viento
que inclina sin pesadez las embriagadas hierbas,
para envolverlas en el consuelo de la muerte.

No; no quisiera volver jamás a la tierra;
me duele toda la carne, y donde ha habido un beso me arde el aire.
En el verano florido he visto un caballo azulado y un toro transparente
beber en el pecho de los ríos, inocentes, su sangre;
los árboles de las venas, llenos, perdidos en los laberintos tibios del cuerpo,
en la ansiosa carne oprimida. En el verano.
Mis días bajaban por la sombra de mi cara
y me cubrían el vientre, la piel pura, rumorosa,
envueltos en la claridad, más dulce.
Como un demente, ensordecido, inagotable,
quebraba la rosa el junco, el agitado seno deslumbrante.
Sin velos, en el vacío descansa indiferente un día sin pensamiento,
sin hombre, con un anochecer que llega con una espada.

Un sucio resplandor me quema las flores del cielo,
las grandes llanuras majestuosas.
Quisiera cantar esta larga tristeza desterrada,
pero, ay, siento llegar el mar hasta mi boca.
Ricardo Molinari

25 octubre, 2007

Océano Mar (10)

Io ti ho amato, André, e non saprei immaginare come si possa amare di più. Avevo una vita, che mi rendeva felice, e ho lasciato che andasse in pezzi pur di stare con te. Non ti ho amato per noia, o per solitudine, o per capriccio. Ti ho amato perché il desiderio di te era più forte di qualsiasi felicità. E lo sapevo che poi la vita non è abbastanza grande per tenere insieme tutto quello che riesce a immaginarsi il desiderio. Ma non ho cercato di fermarmi, né di fermarti. Sapevo che lo avrebbe fatto lei. E lo ha fatto. È scoppiata tutto d’un colpo. C’erano cocci ovunque, e tagliavano come lame. Poi sono arrivata qui. E questo non è facile da spiegare. Mio marito pensava fosse un posto dove guarire. Ma guarire è una parola troppo piccola per ciò che succede qui. È semplice. Questo è un posto dove prendi commiato da te stesso. Quello che sei ti scivola addosso, a poco a poco. E te lo lasci dietro, passo dopo passo, su questa riva che non conosce tempo e vive un solo giorno, sempre quello. Il presente sparisce e tu diventi memoria. Sgusci via da tutto, paure, sentimenti, desideri: li custodisci, come abiti smessi, nell’armadio di una sconosciuta saggezza, e di un’insperata pace. Riesci a capirmi? Riesci a capire come tutto questo - sia bello?

Alessandro Baricco
Oceano Mare


Marxe - Mar del Sur, Enero 2006

Yo te he amado, André, y no sabría imaginar cómo podría amarse más. Tenía una vida que me hacía feliz, y he dejado que se hiciera pedazos con tal de quedarme contigo. No te he amado por tedio, o por soledad, o por capricho. Te he amado porque el deseo de ti era más fuerte que cualquier felicidad. Y sabía bien que luego la vida no es lo suficientemente grande como para mantener unido todo lo que el deseo consigue imaginar. Pero no he tratado de detenerme, ni de detenerte. Sabía que la vida lo haría. Y lo hizo. Ha estallado de golpe. Había pedazos por todas partes, y cortaban como cuchillas. Luego he llegado aquí. Y esto no es fácil de explicar. Mi marido pensaba que era un lugar para curarse. Pero curarse es una palabra demasiado pequeña para lo que sucede aquí. Y demasiado sencilla. Este es un lugar donde te despides de ti mismo. Lo que eres se resbala de ti poco a poco. Y lo dejas atrás, un paso tras otro, en esta orilla que no conoce tiempo y vive un solo día, siempre el mismo. El presente desaparece y tú te vuelves memoria. Te escurres lejos de todo, miedos, sentimientos, deseos: los guardas, como trajes desechados, en el ropero de una desconocida sabiduría y de una inesperada paz. ¿Puedes entenderme? ¿Puedes entender cómo todo esto -es hermoso?

Alessandro Baricco
Océano Mar

23 octubre, 2007

Aleluya


Siempre pienso que el instrumento más hermoso es la voz humana.
El sábado pude confirmarlo una vez más.
Sencillamente, hermoso.

18 octubre, 2007

Autorretrato

Edward Hopper - Habitaciones junto al mar (1955)


Habitaciones Separadas

Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.

Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan sólo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.

Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.

Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.

Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.

De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.

No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.

Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.

Tiempo de habitaciones separadas

Luis García Montero(Granada, España, 1958)

15 octubre, 2007

Eso

Andrea Boschin - Fantasma en la niebla


Ser alguien es soledad.
Antonio Porchia


11 octubre, 2007

el viudo lamentar



Fabricame una máscara

Fabricame una máscara y un muro que detenga a tus espías
de penetrantes ojos esmaltados y garras telescópicas,
estupro y rebelión en las habitaciones de los niños de mi rostro;
una mordaza de árbol caído que sujete a enemigos desnudos,
a la lengua de bayoneta en este rezo desguarnecido
a la boca presente, y a la dulce trompeta del engaño;
ataviada en antigua armadura, y en roble, la aprobación de un tonto,
para usarla de escudo contra la inteligencia esplendorosa,
y sembrar confusión entre los jueces examinadores;
y el viudo lamentar, manchado por las lágrimas,
curvado al descender por las pestañas
para disimular la belladonna y que los ojos secos perciban
cómo otros traicionan las mentiras plañideras de sus pérdidas
con el doblez de la desnuda boca o la risa en la manga.

Dylan Thomas

10 octubre, 2007

Tallando

Misha Gordin - Multitud


Somos como escultores,
constantemente tallando en los demás imágenes que
anhelamos, necesitamos o deseamos,
a menudo en contra de la realidad,
contra su beneficio, y siempre, al final,
un desengaño,
porque no se ajusta a ellos.

Anaïs Nin

09 octubre, 2007

Despertad gente tierna

Comparados la importancia, complejidad de los movimientos de su mecanismo, de una dínamo, un automóvil, una máquina cualquiera de fábrica, con el operario que la maneja, se debe decir que éste es accionado por aquella. La máquina y el automóvil (un ómnibus, con recorrido y horario fijos) tienen una función que han de realizar: para ello necesitan quien la maneje o conduzca. Ese elemento, el humano, es de incomparable menor importancia. Sólo puede inducirnos a error el hecho de que éste es un hombre y aquella un artefacto.
Pero el sometido es el hombre, el parásito, el accesorio. La función no está hecha para el hombre, sino para la máquina, como en los martillos mecánicos, la acción de remachar es lo importante, y eso nada tiene que ver con el hombre, sino con el trabajo; o el torno.



Ezequiel Martínez EstradaEl sentido de la paradoja
 

Wayne Anderson


Se sabe, a la libra de fuerza, lo que rendirá el motor; pero ni todos los calculistas juntos de la casa de la deuda nacional pueden decir qué capacidad tiene en un momento dado, para el bien o para el mal, para el amor o el odio, para el patriotismo o el descontento, para convertir la virtud en vicio, o viceversa, el alma de cada uno de estos hombres que sirven a la máquina con caras impasibles y ademanes acompasados. En la máquina no hay misterio alguno; hay un misterio que es y será insondable para siempre en el más insignificante de estos hombres... ¿Por qué, pues, no hemos de reservar nuestra aritmética para los objetos materiales, recurriendo a otra clase de medios para gobernar estas asombrosas cualidades desconocidas?

Charles Dickens
Tiempos difíciles

06 octubre, 2007

Escapes

M.C.Escher - Ojo


La lectura fue para mí una amistad, un salvataje integral. Yo abría un libro, cerraba escotillas a mi alrededor y estaba en el mundo que el libro me proponía.

Michel Onfray


de quien hoy se publicó un interesante reportaje aquí.

03 octubre, 2007

Aullidos

foto: Ewolman

Tu vida no ha de ser superficial y tonta, porque sepas que tu lucha ha de ser estéril. Es mucho más superficial, Harry, que luches por algo bueno e ideal y creas que has de conseguirlo. ¿Es que los ideales están ahí para que los alcancemos? ¿Vivimos nosotros los hombres para suprimir la muerte? No; vivimos para temerla, y luego, para amarla, y precisamente por ella se enciende el poquito de vida de modo tan bello durante una hora.

Hermann Hesse
El lobo estepario