22 junio, 2017

A la mar


 William Bradford  - Foqueros chocados por icebergs (1866)


-¿Y bien? ¿Por qué se hizo a la mar? 
 -No estoy seguro, señor Frank. A veces pienso que fue mi natural obstinación. Otras, creo que fue el falso orgullo de ser capaz de superar el mareo. Y otras, creo que fue leer Robinson Crusoe y otros libros que me advertían que no me hiciera a la mar. 

Wilkie Collins
En mares helados

16 junio, 2017

Un gorrión o un árbol


  Lucian Freud  -  Paisaje con pájaros (1940)


Desatar también es imposible,
por eso algunos buscan vida
a veinte años luz de la tierra
en un planeta que no se sabe si existe,
y yo te busco en las plazas
como si fueras un gorrión o un árbol
para que soñemos que la vida
no es esto
que se cae a pedazos.

Lucas Gómez
Para dejar constancia

13 junio, 2017

Levitar

Edvard Diriks - Parque con dos hombes con sombrero de copa (1880)

El paseo es la forma más ilusa, más irreal y fantasiosa de la marcha. Pasear es levitar. Los paseantes no tocan el suelo. Se elevan, pero no vuelan: sobrevuelan, planean. La digresión, los meandros de la cabeza son el dibujo de sus pasos. Y si bien la realidad –La convención- puede elegir bellos paisajes, cuadros vivos para convocar, sugerir, invocar el paseo, el paisaje del paseante es ante todo un paisaje interior. Un paisaje hecho de visiones. Un paisaje lleno de visiones.

Edgardo Scott
Caminantes

10 junio, 2017

Maíz y Poetas


 Edvard Munch -  Dos personas en el camino del bosque (1884)

El bosque silvestre recubre el sedimento virgen, y ese mismo suelo es bueno para hombres y árboles. La salud de un hombre requiere tantos acres de llanura como una granja requiere de estiércol. Es la carne fuerte con la que se alimenta. Una ciudad se salva tanto por sus hombres justos como por los bosques y las ciénagas que la rodean. Gracias a un municipio donde un bosque primitivo se agita arriba mientras otro bosque primitivo se pudre abajo –ese municipio estará listo para entregar no sólo papas y maíz sino también poetas y filósofos a las edades del futuro-. En suelos semejantes crecieron Homero y Confucio y los demás, mientras que le Reformador llegó comiendo langosta y miel, de algún sitio ajeno a ese desierto.

Henry David Thoreau
Caminar


05 junio, 2017

Bosques

Ivan Ivanovich Shishkin - Woodland - (1889)


Si un hombre se adentra en los bosques por amor a ellos cada mañana, está en peligro de ser considerado un vago; pero si gasta su día completo especulando, cortando esos mismos bosques, y haciendo que la tierra se quede calva antes de tiempo, es un estimado y emprendedor ciudadano. Como si un pueblo no pudiese tener otro interés en un bosque que el de cortarlo.


Henry David Thoreau
Una vida sin principios