16 diciembre, 2006

Todo lo que se da llega a destiempo

Mar del Sur - Tormenta

Envíos

Todo lo que se da llega a destiempo.
No existe otra manera.
Entre el ojo y la mano hay un abismo.
Entre el quiero y el puedo hay un ahogado.
Un país que asoma su cabeza deforme en una carta,
y va a darse a destiempo, nada es lo que esperabas.
Y lo que llega envuelto en papel de regalo se irá sucio de odio.
Bailamos entre los escombros de una cita.
Dibujamos una taza de café en el desierto.
Vivimos de sumar y de restar:
lo que te da el amor, lo que te quita el miedo.
Al final nos entregan los huesos de un perfume.
Aún así persistimos.
En alguna montaña vive un pez resbaloso.
Entre números rotos se desliza una estrella.

Jorge Boccanera

2 comentarios:

Marcelo Metayer dijo...

Amigazo, alguna vez escribí esto en mi blog:

"Pérdidas

Toda nuestra vida es una sucesión de pérdidas. Salimos del vientre materno perdiendo el plácido discurrir de las horas sin saber si es de noche o día, disfrutando flotar en la amable inconsciencia. Vivimos la infancia en una sucesión de milagros, y perdemos esas maravillas con el proceso que estúpidamente llamamos maduración. Siempre vivimos a pérdida: vamos a algún lugar y sabemos que deberemos irnos, compro la Coca sabiendo que se me termina, entro al cine pensando en la música de los títulos. El orgasmo nos arrebata el placer continuado en nombre de una efímera gloria. Al final perdemos todo. El sentido de todo es vacuo frente a la muerte. Viene Atropos, corta el hilo y el hijo de puta se lo lleva y no nos queda otra que mirar cómo se va con lo más nuestro. Las ganancias son ilusorias. Somos muertos conversando con otros muertos que nada se pueden llevar del otro lado, y hasta hemos perdido toda ilusión de que haya otro lado. Que tengan un buen día."

Perdón por la extensión.
Un gran abrazo.

Marxe dijo...

Nada de perdón; usted es siempre bienvenido no importa la extensión.
Concuerdo con este texto. Sólo que hay pérdidas a las que me he acostumbrado y otras a las que no. Pero es verdad que uno nace con una mochila y se va quedando en bolas a lo largo del camino.
un abrazo.