06 abril, 2008

Amigos (10)


Viktor Vasnetsov - Bebiendo te en la taberna

Queridos, parto de la premisa de la definición de amigo que nos dejó al pasar el Negro Fontanarrosa: “Un amigo es alguien que si un día viene y te dice entusiasmado Acabo de ver una película iraní vos podés contestarle sin mayores miramientos No me empieces a romper las pelotas. Eso es un amigo”. Es decir: alguien con quien se puede ser sincero y discrepar –por ejemplo– sin temor de romper nada porque no hay posibilidad de malos entendidos. Nada que se pueda romper es importante porque si se rompe es porque no tiene importancia. Porque la base está. “Amar es no tener que pedir perdón”, decía en otro registro contiguo y más cursi el slogan de la alevosa Love story. No es nuestro caso, claro. Pero va por ahí.
Como la base está, Nene, puedo no ir a tu casa una reunión de sábado a la noche en que me había comprometido, no avisarte incluso, y mal/bien explicarte después que “todo se complicó” sin elaborar excusa ni inventar mentira. Y podría haber cruzado pretextos, pues tenía dos cumpleaños de amiga/o querida/o –como se usa por esas cosas de la ultracorrección– y no fui a ninguna parte.
Valga esta carta entrecerrada para tratar de explicar ahora que más o menos lo veo –dos días después– qué carajo (nos) pasó para decidir un poco inercialmente quedarnos en casa el sábado, “no estar con gente”, una categoría más amplia que amigos, por supuesto. Hablo por mí, y no hablo por la reunión en tu amorosa casa, Nene, en la que me siento como en la mía y nadando en complicidades, sino por cualquier tipo de encuentro en general. La idea es haberme dado cuenta de que era preferible para mí y para cierto concepto acaso equívoco de salud no cruzarme con nadie, incluso contrariando las ganas. ¿Qué había ahí?
Es increíble, pero ahí estaba la política, fue por la política. La inevitable política. La puta política.

Juan Sasturain
Carta a los amigos del sábado [frgm.]
Publicado completo en Página 12

1 comentario:

Veroka dijo...

que buena carta, la lei enterita muy sentida, la bronca brota por los poros...
besos