24 mayo, 2009
Un misterio a desvelar
Es preciso algo más difícil: hacer regresar con palabras y con ejemplos la ternura desterrada, recuperar la pasión como oficio de la libertad, no del abuso o del comercio. En efecto, en el amor sexual y en la aventura erótica hay mucho de curiosidad por nuestros semejantes: tenemos cuerpos de exploradores y cuando los sentidos se agudizan hacen retroceder las fronteras y se vislumbran nuevos continentes. Pero el verdadero asombro no consiste en buscar otras formas de someter a nuestros cómplices carnales sino en el júbilo placentero de entregarse a lo que nos ofrecen de inesperado, aunque sea mil veces repetido y ya lo cantasen los poetas de antaño. Lo que revela la caricia es que cada cual es un misterio de angustia, pero también gozoso, que sólo podemos ir desvelando juntos: mirando por el agujero de la cerradura entre risotadas, en cambio, nunca se aprende nada y terminamos ignorándonos a nosotros mismos. Lo que robamos para la publicidad lo perdemos para nuestro conocimiento.
Fernando Savater
[fragmento de la nota “ El Oficio de la Libertad –
Revista Viva – domingo 16 de diciembre de 2002]
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