20 julio, 2013

Un buen día


 Mariano Blatt

Eterna Cadencia - ¿Qué hace que un día haya sido un buen día?

Mariano Blatt - Que me haya despertado temprano, que el mate me haya salido bien, que haya tomado varios termos, que me haya aparecido un globito de mensaje nuevo en el WhatsApp, que haya sido él, que me haya dicho de vernos más tarde, que nos hayamos visto más tarde, que no haya habido lugar para la ansiedad, que el corazón latía tranquilo pero con fe, que yo haya sentido que también le gusto, que hayamos dicho cosas nuevas y graciosas, que en un momento hayamos dicho cosas realmente nuevas y graciosas, increíbles, que de tan buenas las hayamos escrito en algún lado para no olvidarlas, que yo haya pensado que con todo eso tengo que escribir algo, que después haya dicho “tranquilo, Mariano, no vas a poder describir en este momento este momento”, que entonces haya vuelto a poner mi atención en lo que estaba pasando, que eso me haya renovado la energía y el entusiasmo, que le haya dicho de comprar más cervezas, que haya dicho que sí, que el camino al chino haya sido lindo, que me haya dicho cosas como “es re tranqui tu barrio”, que yo le haya dicho “sí” pero en realidad haya pensado en decirle “sí, ¿querés venir a vivir conmigo?”, que sin embargo no me haya sentido mal por no haber dicho lo que en realidad quería, porque que haya reflexionado que lo que creo que deseo a veces es una trampa, que me haya dado cuenta de que mi cabeza va a una velocidad y la vida a veces va a otra, que haya centrado la atención en mi corazón, que latía tranquilo pero con fe, que haya puesto mi vista en él, y que haya pensado “ojalá que nuestros corazones se encuentren algún día”, y que eso me haya dejado satisfecho: tener deseos sinceros, que no me hayan surgido ganas de exigirme más de lo que puedo, que en el chino la cajera me haya hecho quedar bien porque haya hecho algún comentario que demuestra que me aprecia, que de a poco su conciencia (la de él) se vaya puliendo, vaya cambiando lo que piensa sobre mí, que me haya perdonado por las cosas que hice mal, que hayamos vuelto a casa y yo haya querido destapar la cerveza con el encendedor y él me haya dicho “así no se hace”, que yo le haya dicho “es que no sé cómo se hace” y que eso le haya dado ternura y me haya enseñado y que yo me haya fijado en sus manos y haya sentido que es muy lindo que el chico que te gusta te haya enseñado algo nuevo hoy.

Fragmento del cuestionario a escritores del blog de la librería y editorial Eterna Cadencia.
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