08 marzo, 2014

La belleza como razón



Tiempo Argentino –¿Te interesó dejar un mensaje en tu obra?

Nacho Gadano –No pensé en dejar un mensaje, el texto te va llevando por distintos lugares. Pessoa no da esperanzas, pero encuentra un sentido a seguir viviendo, para seguir percibiendo la belleza que hay en el mundo y todo lo que sí vale la pena. Encuentra la belleza en el sinsentido. De repente, ve a un hombre por la ventana, que por inspiración divina, se da vuelta y lo saluda con la mano. En ese saludo casual, en ese encuentro entre dos personas, él encuentra un sentido a las cosas. En definitiva, habla de lo simple de la vida: el encuentro, el registro, la sorpresa, estar vivo. De pronto, en la ventana, el universo se reconstruye, sin ideales ni esperanza. Alguien dijo adiós con la mano y sonrió.


Tiempo Argentino –¿Cómo vinculás estas ideas con la vida actual?

Nacho Gadano –Pessoa está teniendo una actualidad muy interesante ahora. Otra vez, se está buscando una espiritualidad que dé sentido a la vida. En un momento de la obra, dice: "Mi corazón es un cubo vaciado." Él estaba buscando belleza, inspiración, lo que el mundo no le propone. Pero nosotros vivimos inmersos en la nada misma. El tema del entretenimiento y el consumo, la tecnología, son cosas muy buenas, que ofrecen un bienestar inmediato. No hay espiritualidad, se deja de percibir cosas que son vitales para vivir. Tampoco necesitamos un ritual. Puede estar en una mirada, un encuentro, en cualquier momento. No hay que irse al Himalaya a meditar. Pero por supuesto hay que estar atento, abierto. Ahora estamos muy distraídos. Pareciera que nadie quiere sufrir, nadie quiere sentir demasiado. Tenemos emociones como las de una montaña rusa, fabricada por un estímulo mecánico. Pero las personas estamos hechas de otra cosa.


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