12 abril, 2015

Sin misericordia

Ivan Konstantinovich Aivazovsky - Barcos de la Costa del Cáucaso (1889)


Sin embargo, no sólo el mar es enemigo del hombre, que es ajeno a él, sino que es también enemigo de su propia progenie; como el anfitrión persa que asesinó a sus propios invitados sin perdonar la vida a las criaturas que él mismo había engendrado. Al igual que la salvaje tigresa que, agitándose en la selva, aplasta a sus cachorros, del mismo modo el mar pulveriza incluso a la más poderosa de las ballenas contra las rocas, y la deja allí, al lado de los divididos restos de los naufragios. Ninguna misericordia lo gobierna, sólo su propio poder. Jadeando y resoplando como un loco corcel de batalla que ha perdido a su jinete, el océano sin dueño se desborda sobre el globo. 

Herman Melville

Moby Dick

2 comentarios:

Arion dijo...

Muy buen post. Brillante cita de Melville, y el cuadro de Konstantinovich es espectacular.

Marxe dijo...

¡Gracias Arion! Bienvenido.