20 marzo, 2019

Fuegos gratamente extintos



George Grosz - Pareja (1930)

La natación sigue siendo agradable y refrescante, pero este año tenemos un verano de verdad, así que después de las once el estanque ya está repleto. Madrugar -sin embargo- no me resulta un problema, excepto esos fines de semana en que Anne decide que me va a acompañar pero empieza a dar mil vueltas hasta que yo quedo al borde del estallido. Pero desde luego ya no exploto -es uno de esos fuegos que tengo gratamente extintos-, y además hace cuarenta años que nos tratamos con suma delicadeza, respetando una amabilidad mutua, intentando preservar la ternura —y jamás a fuerza de hipocresía, sino de amor, conscientes de la suerte que supone habernos encontrado-. Así que el domingo fuimos al Estanque Mixto, me separé de Anne en el muelle, entré al agua y me olvidé de ella. Pero cuando estaba volviendo, de espaldas como siempre, choqué sin darme cuenta contra un salvavidas, y ahí estaba ella, con esa sonrisa radiante: cuarenta años juntos y el corazón todavía se me acelera de felicidad al verla. 

Al Alvarez
En el estanque (Diario de un nadador)
 

2 comentarios:

Veroka dijo...

Precioso!

Marxe dijo...

Verdá que sí?