Ruth Orkin
Era fácil separar, de lo demás, lo importante. La vida eran todas las cosas, pero donde estaba el amor, estaba el tiempo de lo necesario.
Santiago Craig
Castillos
Illumi
—Ya que a veces, en ciertas pistas de aviación, un mordisco dado a las nubes por un caballo al despegar aún recuerda después de mucho tiempo a ese chico raro que, creyendo que la medianoche era una hora adecuada para contar hasta doce las oportunas estrellas, se perdió de felicidad en un bonito y sangrante filete de oro y de luna.
Marc Roger
La librería de Monsieur Picquier