27 febrero, 2009

Tiempos de histeria

John William Waterhouse - Eco y Narciso (1903)

"Llamativamente, en esta época de cibernética global, con nuevos dioses tecnológicos, virtuales pero también carnales, la histeria avanza con fuerza arrolladora -concluye la autora-. Ya nadie parece preocuparse, ni siquiera preguntarse demasiado, por la creciente ola de histéricos/as que sumerge al planeta en una vorágine de contradicciones, engaños, apariciones macchietescas , imágenes sexuadas hasta la exasperación, cuerpos enmascarados, disfrazados (desnudos o vestidos) que hablan y envían mensajes de seducción constante, ahora a través del espacio: televisión, chateos, mensajes telefónicos y voces inalámbricas. Un lenguaje que dice todo el tiempo: te muestro pero te oculto; te seduzco con la mirada, la boca, la voz; te ofrezco movimientos sensuales de un cuerpo que se aleja y se acerca, en un marco de luz y opacidad".

¿Quién no se lo temía? La libertad sexual que proclama la época no es más que puro histeriqueo. Llegó la hora, entonces de romper una lanza en favor de tantas damas esquivas. No es que sean histéricas. Son modernas.


Fragmento del artículo La Histeria ya no es lo que era, de Leonardo Tarifeño - ADN Cultura.
La cita corresponde al libro Historia universal de la histeria, de Malele Penchansky.

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