Durante cuarenta y ocho años yo también me he quedado en la superficie. Creía que con besos, amor y abrazos se podía conseguir algo. Pero no es así, no se puede… -Suspiró pesaroso-. ¿Habrá mucha gente que llegue hasta el punto al que he llegado yo? –se preguntó intranquilo-. Seguramente no; las personas se conforman con lo superficial, con los símbolos convencionales que pueden intercambiar con el otro sin correr peligro, con una pequeña muestra, y luego siguen sedientos toda la vida… Es cuestión de temperamento”, pensó, pero al momento se indignó. No, no se trataba en absoluto de temperamento, sino de una cuestión de vida o muerte; era simplemente la respuesta a la pregunta de si existía satisfacción, o sea, si tenía sentido sufrir.
Sandor Marai
La Extraña
2 comentarios:
Hola.
Qué buen texto. ¿Por qué será tan común que las personas "se queden" (no me incluyo) en lo superficial?
Besotes.
Por miedo supongo.
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