27 junio, 2009

Con tanto ruido dentro de nosotros



Pero creo que una cosa de la que no se habla es que nadie escucha. Sabemos opinar, pero no sabemos escuchar. Me refiero a todos. No sabemos escuchar. Y el no saber escuchar es no saber cómo es el otro, es no conocerlo, porque para conocerlo tengo que escucharlo y tengo que comprenderlo, pero para eso tengo que hacer un espacio, para que algo del otro entre en mí. Nadie es mejor, nadie es peor. Lo que realmente es importante es el vínculo y para que ese vínculo tenga un significado tiene que haber una comprensión mutua, tiene que haber un espacio para que deje entrar el otro y saber cuál es la necesidad común. Pero para eso hace falta escuchar, y es algo que no sabemos. Somos un país sumamente fragmentado porque nadie escucha a nadie, no conocemos al otro, no sabemos nada del otro, no conocemos al otro, no sabemos qué hay en el otro, el porqué de un montón de cosas. No es algo que se comprenda leyendo la tapa de un diario, escuchando las noticias. Se comprende abriéndose al otro, escuchándolo. Pero es difícil porque nos sentamos a hablar con el otro con un diálogo interno tan intenso y tan poderoso con tanto ruido dentro de nosotros, que no hay lugar para ninguna otra cosa más que para nuestro propio rollo.

Chango Spasiuk

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3 comentarios:

estranxeru dijo...

No puedo más que dar la razón a Chango Spasiuk en esto que dice.

Un saludo.

Juana Calamída dijo...

Saber escuchar es sabiduria. Siempre hay que estar dispuesto a escuchar al otro y que eso que pudiste recibir lo tomes, para un crecimiento personal.

Que estes bien!

Marxe dijo...

Así es amigos. Si uno no escucha se pierde de muchas cosas, sobre todo, de aprender. Si no hay ida y vuelta,no hay otro. Gracias por pasar.