17 febrero, 2010

Algo secreto


Cuando era chica mi papá me llevaba a los parques de diversiones. Pasábamos las tardes de domingo enteras allí, tomando helado o comiendo garrapiñadas. El paseo le salía barato porque yo no subía a ningún juego. Me quedaba observando a la gente que sí lo hacía. Los gestos, las miradas de pánico, las manos buscándose, los gritos reprimidos, el placer, el miedo. Registraba el momento en que un niño se había echado a llorar, el instante en que una madre había cerrado los ojos entregándose al descontrol. Al abandonar el parque yo tenía la sensación de haber comprendido algo secreto. Era dueña de las emociones de todas aquellas personas.
Intento lo mismo ahora. Busco comprender, analizando los recuerdos, cuándo comenzaron a virar los sentimientos de unos u otros. Miro la montaña rusa a la que nos habíamos subido, puedo descubrir cuál fue el día que alcanzamos la cima, qué gesto inauguró la cuesta abajo. Puedo ver también cuándo Black empezó a marearse y dejó el volante del carrito para arrojarse al vacío.

Alejandra Laurencich

Vete de mí

2 comentarios:

VeroViva dijo...

mmm, quiero leer más!

Marxe dijo...

Y... ya iré poniendo algo más de a poco. Igual te recomiendo todo el libro. Saludos.