17 septiembre, 2010

Una obra maestra


En aquella época ponía yo en acendrar mi felicidad, en saborearla, y también en juzgarla, esa constante atención que siempre concedí a los menores detalles de mis actos; ¿y qué es la voluptuosidad sino un momento de apasionada atención del cuerpo? Toda dicha es una obra maestra: el menor error la falsea, la menor vacilación la altera, la menor pesadez la desluce, la menor tontería la envilece. La mía no es responsable de ninguna de las imprudencias que más tarde la quebraron; mientras obré a su favor fui sensato. Creo todavía que un hombre más sensato que yo hubiera podido ser dichoso hasta su muerte.

Marguerite Yourcenar
Memorias de Adriano

2 comentarios:

Juan Manuel Juanmusgo Zúñiga Arias dijo...

Hermoso el texto que compartes y realmente hermoso el cuadro!!!

Me recomendaron ese libro hace poco!

Gracias por compartir.

Marxe dijo...

Gracias Juan. Espero que leas la novela (si es la edición con traducción de Cortázar, mejor). Es una novela muy bien escrita.
Gracias por pasar.
Saludos.