Horace Pippin - El final de la guerra (1930)
El nacimiento de un hombre es el nacimiento de su pena. Cuanto más vive, más estúpido se vuelve, porque su ansia por evitar la muerte inevitable se agudiza cada vez más. ¡Qué amargura! ¡Vive por lo que está siempre fuera de su alcance! Su sed de sobrevivir en el futuro le impide vivir en el presente.
2 comentarios:
cierto es y absolutamente descorazonador, he caido de casualidad en tu blog por un post sobre les amours imaginaires, una película deliciosa que casi nadie conoce...
Hola Carlota, bienvenida a la Posada.
Si te gustó "Les amours imaginaires" te recomiendo la otra peli del mismo director/actor: "J'ai tuè ma mère" (yo maté a mi madre). Saludos.
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