17 agosto, 2012

Aterrados

 Emiliano Dionisi en Se alquila con una condición

—El problema es que una historia así suena trivial, facilonga, cuando te la cuentan o cuando la contás. Porque si nos pasa algo así, o le pasa a alguien que conocemos, preferimos pensar que lo maravilloso se va a convertir tarde o temprano en algo real, pedestre, con su cuota de aburrimiento y fracaso. Y si no se convierte en eso, va a volverse dramática y cruel. Yo creo que cada vez que nos toca nuestra ínfima ración de amor y belleza en esta vida, hacemos lo posible para que se combine con torpor y opacidad; la preferimos mezquinamente reducida. No resistimos la pureza de lo bello ni del amor. Nos aterra. 

Juan Forn
Nadar de noche
El borde peligroso de las cosas

2 comentarios:

Bloggirl dijo...

Es muy triste que asi sea! mejor hagamoslo conciente y cambiemos el terror por disfrute consciente.

Marxe dijo...

Sí, es lo que uno quisiera. Lástima que hay gente que se empeña en destruir lo bello del mundo.