Misha Godin - Multitud
–Sería preciso que las carreteras fuesen hechas.
Desde los últimos disparos, Gisors se había propuesto no fingirse el justificador.
–Si no por usted, ¿verdad?, por otro. Es como si un general dijese: con mis soldados, puedo ametrallar la ciudad. Pero si fuese capaz de ametrallarla, no sería general... no se hace uno general más que saliendo de Saint-Cyr. Además, los hombres son, quizá, indiferentes al poder... Lo que los fascina ante esa idea, ya ve usted, no es el poder real; es la ilusión del buen placer. El poder del rey es gobernar, ¿no es cierto? Pero el hombre no tiene deseo de gobernar: siente el deseo de dominar; usted lo ha dicho. De ser más que hombre, en un mundo de hombres. Escapar a la condición humana, le decía yo. No poderoso, sino todopoderoso. La enfermedad quimérica cuya justificación intelectual no es más que la voluntad de potencia, es la voluntad de deidad: todo hombre sueña con ser un dios.
André Malraux
La condición humana
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