26 diciembre, 2012

Duelo


Por otra parte, Gould, si lo piensas, mira lo que sucede en la cabeza de un hombre cuando expresa una idea y alguien, frente a él, plantea una objeción. ¿Crees que ese hombre tendrá tiempo, u honestidad, de volver a la aparición que un día fue el origen de esa idea y verificar, allí mismo, si la objeción es sensata? No lo hará nunca. Es mucho más rápido perfilar la idea artificial que se ha encontrado entre las manos de manera que pueda resistir la objeción y quizás encontrar la forma de pasar al ataque y agredir, a su vez, la objeción. ¿Qué tiene que ver con todo esto el respeto a la verdad? Nada. Es un duelo. Están comprobando quién es el más fuerte. No quieren utilizar otras armas, porque no saben utilizarlas: utilizan las ideas. Podría parecer que el objetivo de todo esto fuera aclarar la verdad, pero en realidad lo que ambos quieren es comprobar quién es el más fuerte. Es un duelo. Parecen brillantes intelectuales, pero son animales que defienden su territorio, se disputan una hembra, se procuran alimentos. Escúchame bien, Gould: nunca encontrarás nada más salvaje ni más primitivo que dos intelectuales en un duelo. Y nada más deshonesto. 

Alessandro Baricco
City

2 comentarios:

Veroka dijo...

genial Cheis

Marxe dijo...

Y tan cierto...