03 enero, 2021

La obsesión de sus días y sus noches

 

Edvard Munch -  El vampiro (1894)


Antonia hubiera querido que la tomara de nuevo entre sus manos, con ese gesto apasionado de antes, que le acariciara el lomo, que la oliera con deleite. Tenía que persuadirlo de que no la dejara, de que leyera y escuchara de ella todo lo que tenía para decirle porque en verdad valía la pena. Tenía que llevarla con él en el tren, dejar que estuviera con él todo el día, acompañarlo a las reuniones con sus amigos literatos y meterla con él en su cama. Quería que esté pendiente de ella, de cada una de sus palabras y, también, de sus silencios. Deseaba con intensidad quedar grabada a fuego en su alma. Ser la obsesión de sus días y sus noches, el motivo de su intriga y la razón de su alegría. Quería toda su atención posible y que no la soltara hasta llegar a la última sílaba.

Dolores Velasco Suárez
Dioses pequeños y otros relatos breves

2 comentarios:

Loli dijo...

Uh....no lo puedo creer...llegaste a "Hasta el fin"...qué grande Marce...vos sabés que algunas personas que leyeron el libro dicen que hay mucho de mí en él y es probable...es un poco una condensación de mi vínculo con la literatura hasta hoy...y si bien ese cuento trata o puede aludir indirectamente a quien soy o mejor dicho a quien fui hasta ahora, también hay varios guiños que "el avezado lector" sabrá captar o no.

Gracias por esta entrada, Marce. Te abrazo a la distancia.


LOLI

PD: Eliminé el anterior porque había un error de tipeo.

Loli dijo...

Genial la imagen.