La Fiesta de Babette (Babettes Gæstebud, 1987)
Babette: Un artista nunca es pobre.
Lorenz Lowenhielm: [últimas palabras a Martina]: He estado contigo cada día de mi vida. ¿Lo sabes, verdad?
Martina: Sí, lo sé.
Lorenz Lowenhielm: También debés saber que estaré contigo cada día que me sea otorgado de ahora en más. Cada noche me sentaré a cenar contigo. No en cuerpo, que no tiene importancia, pero sí en alma. Porque esta noche he aprendido, mi querida, que en este hermoso mundo nuestro, todo es posible.
Lorenz Lowenhielm: ¿Podrían muchos años de victorias terminar en derrota?
Lorenz Lowenhielm: La compasión y la verdad se han encontrado. La rectitud y la dicha se besarán la una a la otra. El hombre en su debilidad y corta vista cree que debe hacer elecciones en esta vida. Tiembla ante los riesgos que asume. Conocemos el temor. Pero no. Nuestra elección carece de importancia. Llega un momento en que nuestros ojos están abiertos y alcanzamos a darnos cuenta de que la compasión es infinita. Sólo necesitamos esperarla con confianza y recibirla con gratitud. La compasión no impone condiciones. ¡Y de pronto....! Todo lo que hemos elegido nos ha sido concedido. Y todo lo que rechazamos también nos ha sido concedido. Así es, también lo que rechazamos no es devuelto. Porque la compasión y la verdad se han encontrado, y la rectitud y la dicha se besarán una a la otra.
1 comentario:
Si, es una hermosa peli. Me falta extraer algunos diálogos, sobre todo un texto final que lee el militar. La vi en cine y después la grabé de la tele, asique cada tanto la reveo.
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