31 marzo, 2011

Hannah y sus hermanas



Hannah and her sisters (Woody Allen, 1986)

Mickey
[hablándole a Holly]: Un día hace como un mes atrás, realmente toqué fondo. Simplemente sentí que no quería seguir viviendo en un universo sin Dios. Y bueno, resulta que tengo un rifle al cual cargué, lo creas o no, y lo apreté contra mi frente. Y recuerdo haber pensado: me voy a matar. Luego pensé ¿y si me equivoco? ¿Y si hay un Dios? Quiero decir, después de todo nadie lo sabe con seguridad. Luego pensé que no, ya sabes, quizás no es suficientemente bueno. Quiero certeza o nada. Y recuerdo muy claramente el reloj marcando las horas y yo estaba ahí sentado congelado con el arma contra mi cabeza debatiendo si disparar o no.

De pronto el arma se disparó. Había estado tan tenso que sin querer mi dedo apretó el gatillo. Pero como estaba transpirando tanto el arma se resbaló de mi frente y no me dio. 

Holly (Dianne Wiest) y Mickey (Woody Allen)

De repente los vecinos estaban golpeando a la puerta y, no sé, toda la escena era un pandemonio.  Corrí hasta la puerta, no sabía qué decir. Estaba avergonzado y confundido y mi mente andaba a toda velocidad. Sólo estaba seguro de algo: tenía que salir de la casa, tenía que salir al aire fresco y aclarar mi cabeza. Recuerdo muy claramente que anduve por las calles, caminé y caminé, no sabía qué pasaba por mi cabeza, todo me parecía tan violento e irreal. Vagué por un buen rato por Upper West Side, deben haber pasado horas. Me dolían los pies, me palpitaba la cabeza, y me tuve que sentar, entré en un cine. No sabía qué estaban dando ni nada, sólo necesitaba un momento para reunir mis pensamientos y ser lógico y poner al mundo en una perspectiva racional. Y subí al pullman, me senté, daban una película que había visto cientos de veces en mi vida desde que era niño, y siempre amé. Miraba a la gente en la pantalla y me empecé a enganchar con la película. Empecé a sentir, cómo pudiste pensar en matarte, quiero decir, ¿no es algo muy estúpido? Mirá a toda esa gente en la pantalla, son realmente graciosos, ¿y qué si es verdad lo peor? ¿Qué pasa si no hay Dios y si pasás por la vida una sola vez y eso es todo? Entonces, ¿no te gustaría ser parte de la experiencia? Qué diablos, no es tan tremendo. Y pensaba para mí, dios santo, debo dejar de arruinar mi vida buscando respuestas que nunca voy a obtener, y simplemente disfrutarla mientras dure. Y después, quién sabe, quizás haya algo, nadie lo sabe con certeza. Yo sé que quizás sea un hilo muy delgado al cual sujetar tu vida, pero eso es lo mejor que tenemos. Y entonces comencé a respaldarme y empecé a disfrutar.

Holly (Dianne Wiest)

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