Egon Schiele - Hockender männlicher Akt
Subí por las piernas, llené la pelvis, el tronco, los brazos, la cabeza, borré todo residuo de moral, fui por completo una espesa maldad. Haciendo un esfuerzo fenomenal abandoné el apego a mi forma humana y desbordé. Saliéndome del recipiente carne, crecí hacia todas las direcciones como una masa voraz, comencé a invadir la casa, la ciudad, el país, el planeta, la galaxia, hasta colmar el universo y continuar la expansión infinita. En mí habitaban los monstruos del espacio, los demonios, las entidades ambiguas, los insidiosos fantasmas, los asesinos dementes, las ratas, las víboras, los insectos venenosos... Luego imaginé sentir lo inverso: la amenaza infinita, la sombra mortal comenzó a invadir el espacio desde todos los puntos, e inundó el cosmos avanzando hacia mí. Se tragó las galaxias, nuestro sistema solar, el planeta, el continente sudamericano, Chile, Santiago, el barrio, mi casa, mi cuarto, y por fin se concentró en mi cuerpo. Al mismo tiempo que yo ocupaba el universo, el universo todo se acumulaba debajo de mi piel.
Alejandro Jodorowsky
La danza de la realidad.
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