02 febrero, 2012

La maravilla

Lee Balterman (1977)

En realidad era el estupor lo que le perdía. Carecía de defensas contra la maravilla. Había cosas que cualquier otro podía ver tranquilamente, tal vez le impresionaran incluso un poco, tal vez se detuviera incluso un momento, pero después, en el fondo, era una cosa como tantas otras, ordenadamente en fila con las demás. Pero para Mormy esas mismas cosas eran prodigios, estallaban como hechizos, se convertían en visiones. Podía ser la salida de una carrera de caballos, pero podía ser sencillamente un repentino golpe de viento, una carcajada en el rostro de alguien, el borde de oro de un plato, o una minucia. O su padre en la mecedora y Jun dándose lentamente la vuelta y entrando en casa.
La vida hacía un movimiento: y la maravilla se adueñaba de él.
El resultado era que Mormy poseía del mundo una percepción, por decirlo así, intermitente. Una sarta de imágenes fijas —maravillosas— y jirones de cosas perdidas, borradas, que jamás llegaron hasta sus ojos. Una percepción sincopada. Los demás percibían el devenir. Él coleccionaba imágenes que eran y basta.

Alessandro Baricco
Tierras de cristal

2 comentarios:

Arion dijo...

Hola, me gusta mucho tu blog, se nota que eres un buen cinéfilo. Ya he leído varios de tus posts y de hecho coincidimos en varias películas. Justo ahora estoy comentando en mi blog la película Toast.

Saludos.

www.artbyarion.blogspot.com

Marxe dijo...

Gracias Arion!
Es así, me encanta el cine, sobre todo, el buen cine. Ese que cada vez llega menos a los cines. Tu blog está interesante también. Yo lamentablemente dejé las historietas en la adolescencia, y me perdí todo un mundo. Gracias por el mensaje. Un abrazo.