Dianne Wiest y Robert Downey, Jr. demostrando que con grandes actores, una escena en completo silencio puede tener mucho peso y decir mucho.
Al Silencio
Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
no bastaría para contenerte,
y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera
oh majestad, tú nunca,
tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
porque estás y no estás, y casi eres mi Dios,
y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.
Gonzalo Rojas
1 comentario:
Me gustó leerlo. Conociendo tu espacio te dejo un abrazo.
>MentesSueltas
Publicar un comentario