25 octubre, 2007

Océano Mar (10)

Io ti ho amato, André, e non saprei immaginare come si possa amare di più. Avevo una vita, che mi rendeva felice, e ho lasciato che andasse in pezzi pur di stare con te. Non ti ho amato per noia, o per solitudine, o per capriccio. Ti ho amato perché il desiderio di te era più forte di qualsiasi felicità. E lo sapevo che poi la vita non è abbastanza grande per tenere insieme tutto quello che riesce a immaginarsi il desiderio. Ma non ho cercato di fermarmi, né di fermarti. Sapevo che lo avrebbe fatto lei. E lo ha fatto. È scoppiata tutto d’un colpo. C’erano cocci ovunque, e tagliavano come lame. Poi sono arrivata qui. E questo non è facile da spiegare. Mio marito pensava fosse un posto dove guarire. Ma guarire è una parola troppo piccola per ciò che succede qui. È semplice. Questo è un posto dove prendi commiato da te stesso. Quello che sei ti scivola addosso, a poco a poco. E te lo lasci dietro, passo dopo passo, su questa riva che non conosce tempo e vive un solo giorno, sempre quello. Il presente sparisce e tu diventi memoria. Sgusci via da tutto, paure, sentimenti, desideri: li custodisci, come abiti smessi, nell’armadio di una sconosciuta saggezza, e di un’insperata pace. Riesci a capirmi? Riesci a capire come tutto questo - sia bello?

Alessandro Baricco
Oceano Mare


Marxe - Mar del Sur, Enero 2006

Yo te he amado, André, y no sabría imaginar cómo podría amarse más. Tenía una vida que me hacía feliz, y he dejado que se hiciera pedazos con tal de quedarme contigo. No te he amado por tedio, o por soledad, o por capricho. Te he amado porque el deseo de ti era más fuerte que cualquier felicidad. Y sabía bien que luego la vida no es lo suficientemente grande como para mantener unido todo lo que el deseo consigue imaginar. Pero no he tratado de detenerme, ni de detenerte. Sabía que la vida lo haría. Y lo hizo. Ha estallado de golpe. Había pedazos por todas partes, y cortaban como cuchillas. Luego he llegado aquí. Y esto no es fácil de explicar. Mi marido pensaba que era un lugar para curarse. Pero curarse es una palabra demasiado pequeña para lo que sucede aquí. Y demasiado sencilla. Este es un lugar donde te despides de ti mismo. Lo que eres se resbala de ti poco a poco. Y lo dejas atrás, un paso tras otro, en esta orilla que no conoce tiempo y vive un solo día, siempre el mismo. El presente desaparece y tú te vuelves memoria. Te escurres lejos de todo, miedos, sentimientos, deseos: los guardas, como trajes desechados, en el ropero de una desconocida sabiduría y de una inesperada paz. ¿Puedes entenderme? ¿Puedes entender cómo todo esto -es hermoso?

Alessandro Baricco
Océano Mar

1 comentario:

Veroka dijo...

Vos queres que nos pongamos en orbita o torturarnos??? Que foto !!!!