Sebastián Spreng - Noche Silenciosa (1994)
Cuando el blanco y negro pasa a color. He estado toda mi vida buscando ese momento. Cuando una gran ráfaga de viento de ldaho se convierte en el Pájaro del Trueno y todo lo corriente se desmorona. En un instante estás en la mirada de otro, y, por cualquier motivo, el universo, el destino o pura suerte, de pronto todo se vuelve totalmente nítido, es magia, un alma toca a otra y existe el amor.
Esa primera mañana radiante con Flaco y Acho, cuando di la mano a Flaco y él, en lugar de estrechármela, la sostuvo en la suya.
Me protegí los ojos del sol con la mano y cuando me atreví a dirigirle una mirada fugaz en sus ojos estaba Jesús.
Luego Billie, cuánto nos reímos, esperando a Godot, el maldito encendedor, mi cuerpo un bloque de queso cheddar extrafuerte de veinte kilos. «¿Si me gustas? Creo que te quiero.» Cómo nuestros besos podían volverse un sueño.
y George. Mamá y yo dentro del Buick y el Buick dando vueltas sin control, y ahí fuera en el campo al atardecer, un hombre desnudo con las manos abiertas para recibir una gota de lluvia.
Tantos momentos he estado cerca del fuego.
Pero siempre he retrocedido. No me he atrevido a ir más allá del punto de apoyo. George dice que tienes que esperar, confiar, hasta que te toca el espíritu.
Lo que acabo de descubrir es que si no estás allí, preparado para recibir el espíritu, listo para lanzarte, para dar el salto y volar, estás perdido.
Tom Spanbauer
Ahora es el momento
1 comentario:
Muy buena imagen, me recuerda a cierto delfin que cuando s emete en el mar no sale por largo rato...
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