Tamura, la vida, hasta ahora, me ha desgastado mucho. Mi propio cuerpo está agotado. Cuando tenía que haber dejado de vivir, no pude hacerlo. No fui capaz de renunciar a la vida pese a saber que vivir no tenía ningún sentido. En consecuencia, he estado haciendo una cosa absurda tras otra durante toda mi vida, únicamente para ir pasando los días. Y, de este modo, me he herido a mí, e, hiriéndome a mí, he herido a los demás. Y ahora estoy recibiendo el castigo. Llámalo maldición, si quieres. Hubo una época en que alcancé algo demasiado perfecto. Y luego no me quedó otra cosa más que despreciarme a mí misma. Esa es mi maldición. Una maldición de la que no podré escapar mientras viva. Por eso no le temo a la muerte. Y, si esto responde a tu pregunta, sé más o menos cuándo llegará.
Haruki Murakami
Kafka en la orilla
3 comentarios:
Hola.
Pienso entrarle a Murakami en pocos días, pero con "Tokio Blues". Seguro que tendremos varios pasajes para comparar y compartir.
Besos.
Debo admitir mi querida que Murakami me decepcionó. Recogí un par de párrafos que me llegaron pero la novela en sí me pareció bastante floja, y desperdiciada.
Ya hablaremos al respecto. Nos vemos.
Ay, yo terminé con "Tokío Blues" hace poco. Lloré, la puta madre. Odio a Murakami. Ya me había lastimado con "Crónica del pájaro..." y aún no sé por qué me enganché con "Tokío..." Lo cómico e irracional de este asunto es que para darme fuerzas me metí con Kenzaburo Ohe (mierrrda, no tengo el libro para escribir bien el nombre) y lo que leí me gustó. Así que dije: allá voy, Murakami.
En fin, Clío, lo mejor es leer y formarse una opinión. Esto lo digo porque no es mi intención desanimarte. Pero compra pañuelos descartables. Un par de cajas. De las grandes.
Los extraño.
La Ferro
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